Juan Manuel Garcia de Quiros Pérez
|
Juan Manuel Garcia de Quiros PérezAficionado taurino |
17 Octubre 2025
Y ahora, ¿qué?
Una vez que vamos asimilando el terremoto Morante y las consecuencias que su despedida puede traer a la tauromaquia, es momento de mirar al futuro.
Sabemos que el toreo aún tiene mucha vida por delante, pero no podemos negar que cuesta encontrar un torero que nos ilusione de una manera tan “amorantada”.
Por las dos orillas del Guadalquivir andan, desde hace tiempo, buscando a ese torero capaz de despertar emociones parecidas a las que provocaba el genio de La Puebla.
Juan Ortega es, para mí, quien más papeletas tiene. Es el que más se le acerca, aunque por h o por b nunca termina de dar ese golpe sobre la mesa que todos esperamos. Si tuviera que apostar todo mi dinero por un torero, sin duda sería por él.
De Pablo Aguado podríamos decir miles de cosas buenas, pero esa frialdad, ese torear siempre con el freno de mano echado, le resta puntos a la hora de tomar el cetro de La Maestranza.
Y luego está Javier Zulueta, que podría aspirar a ese trono, pero a día de hoy me genera muchas dudas. Ojalá me equivoque, pero eso de llevarlo tan entre algodones en su etapa novilleril y no dar ningún zambombazo en plazas importantes me hace desconfiar.
En el resto del escalafón también hay toreros que me ilusionan, y mucho. Evidentemente, encontrar otro Morante es imposible: esos salen uno cada siglo.
Entre los que me despiertan ilusión tengo un ramillete de cinco o seis nombres.
Borja Jiménez siempre es un gusto verlo torear, y más siendo un torero que no le hace ascos a ningún encaste.
David de Miranda es otro que me hace tilín: un torero con un potencial enorme, de los que además de torear bien, se arriman y de verdad.
Forte ha sido una de las sorpresas más agradables de la temporada, con esa verticalidad tan “amanoletada” que siempre gusta ver en una plaza.
Daniel Crespo es, sin duda, uno de los que más me ilusionan. Si le dan un poco de “cuartelillo”, puede ser la revelación de la próxima temporada. Lo tiene todo: torería, valor, empaque y, sobre todo, una mano izquierda que pocos poseen hoy en el escalafón.
Y cómo no, Marco Pérez. Técnicamente es de un nivel superlativo, quizá le falte soltarse un poco más y dejar que la perfección no le robe naturalidad, pero lo que tiene dentro es de figura.
Que hay muchos más que pueden dar un empujón a eso, evidentemente sí, Clemente, Jarocho, Aarón Palacios, El Mene, en el que tengo muchas esperanzas y algún que otro que seguro que este año dará un paso al frente.
Seguramente, querido lector, usted tendrá otros nombres en la cabeza, y eso es precisamente lo bonito de esta Fiesta: que cada uno sueña con su torero.
Larga vida a la Fiesta Nacional.
Juan M Quiros






Subir