Jesús Cuesta Arana
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Jesús Cuesta AranaEscultor, pintor y poeta |
01 Noviembre 2016
Semblanza de un torero. Ángel Peralta
En La Puebla del Rio, es donde madre da luz, aire y vida a un niño. Por nombre Ángel. Pronto monta y vuela a caballo –en una ilusión–, como los dioses mitológicos a lomos de Pegaso. Desde los primeros tallos de la vida da nervio y azogue al caballo por la abierta marisma donde fragua ora al paso, ora al galope, ora al trote su historia que se escribe a lo grande.
Mentar a Ángel Peralta, viene pronta a la mente la figura –pura fibra– con faz entre romana, moruna, tartesica y unos ojos que hablan desde la profundidad de los tiempos que deja atrás. Hay personas que a simple vista ya cantan su suerte. La vida entera entre el caballo y el toro. Donde el sol marismeño y la flama de las plazas de toros le curten la cara.
Un mago y un sabio a la vez, con certera explicación de qué y cómo debe ser el rejoneo. Un innovador sin el descuido de las esencias primeras. “Lo clásico es lo bien arremataíto”, dice El Gallo. Ángel Peralta poetiza con el caballo. Por eso su corazón, cuando rejonea va a compás con el hervor de la sangre. Un ángel, o más bien un arcángel, campero –lo mismo que Fernando Villalón– que galopa sus versos ¡Qué bien encaja en el caballo! Hombre y animal en una misma pieza.
El Centauro de las Marismas. Desde el recogimiento del campo a la turbamulta de las tardes de toros, agarra en la mente sus cabriolas. Todo un tratado a base de aforismos y reflexiones, que abre un mar de sensaciones, por su poesía filosófica. Combina a la par los saberes del campo, la toma de los vientos, las corrientes del río y “las” calores, desde el lubricán al clareo de los días con la literatura.
Poemas, letras de cante, letrillas populares, sevillanas… entre relinchos y bramidos, desde los pájaros del invierno a la cálida chicharra. Sensible y sensitivo. Un jinete con su larga sombra centáurica a la vera, muchas veces, de su hermano Rafael. Un humanista –o tan vez un renacentista campero–y torero a caballo, con toda la libertad del aire y sus vuelos para él.
Siempre. Ángel Peralta, en una imagen que no cesa con su caballo Cabriola y la poesía que luce airosa en la grupa. Siempre
Jesús Cuesta Arana






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