Toros Notables
Entrega número 2 - Abalorio...Abarrotero
1) Abalorio:
Este novillo –que abre una relación por orden alfabético de todos los toros cuyos nombres empiezan por la letra A, que suman 434, y en la que se presenta un error inferior al 0.3 por cien. Estaba marcado con el número 6, de la divisa de don Francisco Ramírez, fue lidiado en sexto lugar en el corrida celebraba en la Plaza de Toros Vista-Alegre de Bilbao el (03-04-1955). Por su bravura se le concedió el honor dar la vuelta al ruedo al ser llevado con las mulillas. Dicha ganadería procede históricamente de la formada por don Juan Sánchez Tabernero, con reses de Lorenzo Rodríguez, de quien la adquirió Francisco Ramírez en 1950. En 1965 doña Isabel Ramírez, hija de don Francisco, heredó una parte del ganado. En 1966 la compraron los hermanos Lozano, que la anunciaron a nombre de La Jarilla, variando el hierro y agregando reses de doña Eusebia Galache. En 1982 eliminaron todo lo anterior y formaron la ganadería con vacas y sementales de los herederos de don Carlos Núñez, anunciándose con el nombre de Alcurrucén, de los Sres. Hermanos Lozano –divisa: Azul celeste y negra; señal: Hendida en ambas; fincas: “Ejido Grande” (Navalmoral de la Mota, Cáceres), “La Mudiona” (Alcollarín, Cáceres) y “La Cristina” (Olivenza, Badajoz), procede de don Carlos Núñez y su antigüedad es del (18-06-1989).
2.1) Abanico:
La corrida de toros celebrada el (17-02-1946), con los toros: Tilapo, Cazador, Cilindrero, Platino, Troyano y Abanico, de la ganadería mexicana de Cuaxamalucan, se convirtió en una tarde triunfal que pasó a los anales de la historia taurina de México, en el ruedo del El Toreo de la Condesa, del antiguo Toreo de la Capital de dicho país, en la que toreros y público tuvieron la ocasión venturosa de vivir uno de los acontecimientos más grandiosos y resonantes.
«En aquella tarde memorable -nos describió don Agustín Linares-, de imborrable recuerdo para los que asistieron a la plaza, salieron de los chiqueros los seis astados en el orden citado. Figuraban en el cartel, el Monstruo de Córdoba, Manuel Rodríguez (Manolete); el inspirado torero del barrio de San Bernardo sevillano, Pepe Luis Vázquez y el agitanado y personalísimo del barrio de San Juan, el mexicano Luis Procuna, que lidió a Abanico. Hacer una narración detallada de esa corrida, supondría ocupar el mismo espacio que estamos empleando para este libro, baste por tanto decir, dando una lidia ejemplar de principio a fin. Todos se arrancaron con codicia y alegría a los caballos y llegaron a la muleta plenos de facultades y con una bravura noble y transparente, para que los tres grandes toreros, rayando a una altura increíble, triunfaron plenamente.
Los toros fueron llevados al destasadero sin orejas, ante el delirio de una multitud, que llenando el coso, vibraba de entusiasmo, aclamando con fervor a toreros y ganadero, y dando vueltas y vueltas al ruedo, originándose un espectáculo inenarrable y de sin par belleza, con un albero lleno de flores, sombreros y toda clase de prendas, como testimonio y reconocimiento, para esos colores, morado y rojo, que escribieron una de las paginas más bellas, en la historia taurina del país de los aztecas.»
3.2) Abanico:
El (13-09-1970), con Abanico, de la ganadería zacatecana de Arroyo Hondo, de don José Julián Llaguno, el diestro mexicano Joselito Huerta, natural de Tetela de Ocampo (Puebla de los Ángeles, México), le dio la alternativa al diestro José Luis Medina, en la Monumental de Monterrey (Estado de Nuevo León, México), siendo Manolo Martínez el testigo de la ceremonia. Joselito Huerta, actuó el domingo (23-02- 1958), en que hizo su debut en la Plaza de Toros del Nuevo Toreo de Cuatro Caminos (ciudad de México, D. F.), la vacada de don José Julián Llaguno, hijo del fundador de la vacada de San Mateo, don Julián Llaguno González y, por tanto, sobrino del famoso ganadero don Antonio Llaguno González, dueño de la renombrada vacada de San Mateo (Estado de Zacatecas), figurando en el cartel Antonio Velázquez, Anselmo Liceaga y Joselito Huerta, saliendo en quinto lugar el toro de nombre Egoista, al que Liceaga le hizo una faena extraordinaria, catalogándose el astado de «bandera», cortándole apéndices y dando la vuelta al ruedo con el entonces joven ganadero.
4.1) Abaniquero:
El (22-04-1888) fue lidiado en la plaza de toros de Madrid, Abaniquero, de pelo cárdeno y de la antigua ganadería española del duque de Veragua XIV -su antigüedad (24-03-1867), antes de don Juan Vázquez. Hizo una buena pelea en el primer tercio, aguantando 10 varas de mucho castigo, ocasionando tres caídas y la muerte de tres caballos. Aquella misma tarde fue lidiado en la misma plaza Carasucia, de don Ildefonso Núñez de Prado, que recibió ocho puyas, derribó cuatro veces y mató dos caballos. Al referirnos al término «aguantando», nos adelantamos a señalar que el verbo aguantar se aplica también a una manera de matar en la que el espada, ya perfilado para la suerte, sufre inesperadamente la acometida del toro y no rehuye el lance, situación frecuente que Antonio Peña y Goñi (Don Cándido) nos describió en La Lidia (1895) así: «... cinco pases naturales y cuatro con la derecha, para una estocada aguantando, algo tendida.»
5.2) Abaniquero:
El (25-07-1890), fue lidiado en la plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla el novillo, llamado Abaniquero, de la ganadería española de don Pablo y don Diego Benjumea. Fue el primero que estoqueó en aquella bellísima ciudad andaluza el famoso diestro sevillano Antonio Reverte Jiménez (1870-1903). Seis años antes ya figuraba la ganadería en los carteles, en uno de éstos aparece Francisco Arjona Reyes (Currito), que remató el (11-05-1883), el toro de pelo castaño oscuro, llamado Melenero, que fue lidiado en Madrid la fecha antes señalada, tomó 16 varas.
6.3) Abaniquero:
El (22-11-1890), en la primera corrida en la que actuaron los entonces banderilleros, Antonio Lobo y Escobar (Lobito chico) y Manuel Morales (Mazzanitinito), a su vuelta de México, día en que se presentó en Madrid la famosa pareja, pareando muy exitosamente, en unión de Enrique Vargas (Minuto), a Abaniquero, berrendo en negro, de la ganadería española de don Anastasio Martín.
7.1) Abarrotero:
La tarde del (06-01-1974) fue memorable en la Monumental plaza México, especialmente para la vacada zacatecana de Arroyo Hondo, don José Julián Llaguno, ya que en la corrida celebrada ese día, de los seis astados presentados, cinco fueron de bandera: Fresnillense, Gambusino, Durangueño I, Obelisco I y Abarrotero, indultándose al último de los citados, que fue lidiado en sexto lugar por Mariano Ramos. Pesó 498 kilos y era de pelaje negro bragado y marcado con el número 54; Gambusino, fue para el hispano José María Manzanares, y se ovacionó en el arrastre. Cabe decirse, a modo de colofón, que una vez que el toro al que se le perdonó la vida, regresó a los corrales, Mariano dio la vuelta al ruedo en compañía del ganadero y de su hijo, el entonces joven, Fernando Llaguno Garza.
8.2) Abarrotero:
El (08-09-1974), fue indultado Abarrotero, de la ganadería mexicana de La Huertas, de don Luis Javier Barroso Chávez, en la Monumental plaza fronteriza de Tijuana (México), a petición unánime del público, ya que la bravura que demostró desde que pisó la arena, hasta llegar a la muerte, fue en grado superlativo. Se dejó pegar con fuerza de los piqueros, arrancándose al caballo con alegría y recargando en la suerte. Le correspondió al diestro Mario Sevilla. Es oportuno señalar la gran cantidad de aficionados norteamericanos que cruzan la frontera de California para asistir a las corridas.
9.3) Abarrotero:
En el tradicional serial taurino de la Feria Nacional de Zacatecas (México), en septiembre del año 1999, fue lidiado otro astado, Abarrotero, que lució muy poco. Se le bautizó con ese nombre en honor de uno de los empresarios, Ismael Gutiérrez, abarrotero en la ciudad de Fresnillo (Zacatecas). Don Ismael fue, en 1984, uno de los socios fundador de la Peña Taurina Fresnillo... y no le dio la oportunidad a Luis Parra (el Jerezano). De aquella fundación este autor guarda cuidadosamente toda la documentación, que algún día hará historia.
Dibujo original de Juan Medina para esta publicación.