Sergio Pérez Aragón
Sergio Pérez AragónCronista taurino |
22 Septiembre 2013
La Goyesca en La Isla de León
No todos los festejos goyescos encajan en todas las plazas de toros. Esto le pasa al Puerto de Santa María cuando se empeñan en que por el mes de agosto todos los participantes en un festejo taurino se vistan a la usanza de la de D. Francisco de Goya, con más o menos gracia, para representar un espectáculo poco parecido al que tenía lugar por aquella época. Sí tendría fundamento este tipo de festejo en otra fecha menos taurina como el mes de diciembre, cuando en 1809 se agasaja al General Wellington por su llegada a Cádiz con una corrida de toros en El Puerto de Santa María. Y es que cada cosa en su momento.
Si algún festejo goyesco encaja en nuestra provincia, era sin duda el que tenía lugar anualmente para conmemorar la Constitución de las Cortes del 1810, en la emblemática fecha del 24 de septiembre en La Isla de León. Cerca de la veintena de festejos taurinos a lo largo de los años para conmemorar la efemérides, siempre con festejos menores, de Escuelas Taurinas, hasta que con motivo del Bicentenario en el año 2010 se engrandecen aún más los actos con un cartel estrella compuesto por nuestro paisano Francisco Ruiz Miguel, Enrique Ponce y Juan José Padilla, quienes se enfrentaron a toros de Ana Romero, ganadería que un año después, en Zaragoza, marcaba con un parche en el ojo la vida del diestro jerezano.
En el 2013 se repite el cartel de 2012, es decir, ninguno. Por segundo año consecutivo entre los actos que recuerden lo acaecido en San Fernando no estará ni tan siquiera la novillada goyesca. No es el momento de pedir grandes inversiones, ni corrida de toros, ni certamen de escuelas taurinas -algo que después de veintitrés años de historia de la local jamás han sido capaces de traer a esta localidad-, sólo pedimos un festejo menor, una novillada sin caballos que por otra parte siempre contó con el apoyo del pueblo, que llenó sus gradas, que se lo pasó en grande viendo a sus “hijos”, a los hijos de la Escuela Rafael Ortega, mostrar su cualidades junto a algún otro de la provincia.
Teoría toda esta que se refrenda y refuerza cuando la escuela taurina esta la dirigida por el “Goya del Toreo”, el maestro Antonio Pérez, sobrenombre que le otorgaron y por el que era conocido en la capital del toreo, en Madrid por los éxitos novilleriles que alcanzó en las plazas de Carabanchel y Las Ventas.
Y todo esto lo cuento y pido se restituya dicha actividad, porque tan recreación histórica es la Batalla de Portazo en el Puente Zuazo como una novillada goyesca en nuestra plaza de toros, con la sensible diferencia de que mientras el resultado de la primera ya nos lo cuentan los libros de historia, la segunda está por escribir.
Sergio Pérez Aragón