Terminó el último abono de la era Serolo. En el plano artístico ha tenido una nota media alta y en el plano económico ha sido deficiente, con la mejor entrada, casi lleno, en el mano a mano Morante-Manzanares. Del resto mucho cemento vacío y números rojos en taquilla.

Es cierto que existe crisis de asistencia de público, pero no es motivo fundamental. Hay razones para valorar y reflexionar la política de precios, promoción entre la juventud, difusión amplia de los festejos, calidad del ganado y cartelería. El abonado es minoritario en el coso portuense y eso es preocupante.

En cuanto a la presencia del ganado ha obtenido buena nota. Salvo escasas excepciones la presentación por delante ha sido buena. Habido seriedad y trapío, sin estar atacado de kilos, que eso no sirve para nada, sólo para llegar a la muleta con aire mortecino. La apertura con los toros de Ana Romero (Santa Coloma), fue un éxito, con dos toros de vuelta al ruedo, y solicitud de indulto, no admitida por el presidente.

Días mas tarde se le concedió a uno de Buenavista, que no superaba la bravura del de Ana Romero. No hubo criterio fijo en el usía. Pérez Mota y Caro Gil, abrieron la puerta grande tras firmar sendas actuaciones de firmeza, valor y torería. De las novilladas sin picadores hay que resaltar los buenos novillos de López Gibaja y algunos que no estuvieron a la altura por su preparación. Destacaron y cortaron orejas Manuel Ponce, Luis Salazar entre otros.

La corrida mas esperada, con casi lleno, se saldó con dos orejas para Manzanares, una en cada uno, que no le permitió salir a hombros. Al alicantino que tuvo dos buenos toros, el palco le negó la que le abría la puerta grande. Morante de la Puebla sólo pudo dejar retazos de su torería ante un lote descastado de Juan Pedro Domecq.

La tradicional de rejones con una corrida desigual en juego de Jódar y Ruchena, que registró la primera caída del abono al no comparecer Fermín Bohórquez, sirvió para ver un nuevo valor del rejoneo que abrió la puerta grande, se llama Andrés Romero, al que ayuda Diego Ventura. Noelia Mota puso voluntad y entrega y Joao Moura, buenos momentos del rejoneo portugués.

Llegó el Cid y triunfó. Falta le hacía. Indulta a un toro “Importante• de nombre y juego con el hierro de Buenavista. El de Salteras ofreció la mejor versión y paseo el rabo simbólico, tras una inteligente y clásica faena y lograr el perdón de un bravo animal. Tomó la alternativa Angel Puerta, cortó una oreja y dió la vuelta al ruedo. Jiménez Fortes estuvo y no estuvo en la plaza. Parecía que estaba enfermo. Desganado y sin ánimo. Pasó de puntillas.

Al día siguiente los toros de Zalduendo, destacados y manejables, sobresaliendo en juego 2º y 6º . El peor lote se lo llevó Enrique Ponce, que desgranó apuntes de maestro. Pérez Mota, asumía su segundo oportunidad tras sustituir a Miguel Angel Perera, que envió el habitual parte médico con su gastroenteritis tan al uso. Pérez Mota, pudo cortar orejas tras una labor de buen brillo, que deslució con el fallo a espadas. Sebastian Castella se impuso a su lote de Zalduendo, cortando dos orejas y abriendo la puerta grande y que le sirvió para sustituir al otro caído del abono M orante de la Puebla, junto a Perez Mota que sustituia a Alejandro Talavante aquejado de otro colico nefrítico. Una corrida llamada goyesca con un prologo complicado. En el reconocimiento fueron rechazados hasta nueve toros. Castella y Perez Mota pescaron en rio revuelto y abrieron la puerta grande, tras con seguir interesantes pasajes ante cuatro toros de La Palmosilla, bajo de casta y dos de Cuvillo

La novillada de Roció de la Cámara de excelente presentación con utreros exigentes y manejables. Gómez del Pilar que en estos días ha tomado la alternativa, obtuvo un triunfo justo, abrió la puerta grande y dejo excelente impresión al igual que Martin Escudero que sorteo con solvencia que pedia el carnet. El Pijorro de Sanlúcar puso voluntad y valor, falló a espadas. Suerte para su presentación en Madrid el 22 de septiembre, lo mismo que deseamos al torero de Cádiz Fran Gómez, ausente esta temporada del coso portuense. Una de las notas más agradable ha sido que la enfermería no ha tenido trabajo. Eso es bueno para todos.

Luis Rivas