Estamos llegando a los albores de la temporada y ya van saliendo noticias de cambios de cromos. Que si este va con Fulanito, que si Menganito lo va a dejar con Sotanito, que el otro se ha quedado sin apoderado, nada nuevo cada año.

Lo que sí ha resultado un poco sorprendente ha sido la ruptura entre Carlos Zúñiga y Ginés Marín tras un solo año de apoderamiento. Evidentemente, las cosas no habrán salido como esperaban, eso está claro.

No podrá quejarse Gines del elenco de apoderados que ha tenido, casi al nivel de Cayetano, pero nunca ha sido capaz de dar un golpe en la mesa y decir "aquí voy a mandar yo". Cierto es que es un torero que a todos nos gusta, su concepto, sus formas, su manera de andar y esa mano izquierda que está a la altura de los mejores, pero siempre le falta "algo".

Lo que está claro es que, por unas cosas u otras, nunca ha roto en figura. Eso sí, no se puede ni se debe discutir las veces que ha triunfado en Las Ventas, pero quizás por su carácter o por conformarse con menos, cuando podía tener más se ha quedado en tierra de nadie. Un caso similar al de Pablo Aguado, guardando un poco las distancias, estando Pablo muy por encima de Gines, pero el tiempo pasa y la gente se cansa de ver solo "detalles".

No se puede vivir de "detalles" y de una Puerta del Príncipe de hace 6 años.

A ver si en este "río revuelto" de apoderados encuentra Daniel Crespo al que le haga pegar el zambombazo que los "Crespistas" siempre esperamos.

Así lo vi y así lo cuento.

Juan M Quiros