Algunos pensaran que estoy loco, puede qué tengáis razón, pero todos los días qué torea Morante es mi día de Reyes,

Desde bien temprano estoy con la misma ilusión que un niño el día 6 de enero, aquí os lo cuento.

Me despierto temprano, los nervios no me dejan más tiempo seguir en los brazos de Morfeo, reviso una y otra vez la ropa que me voy a poner esta tarde, hay que ir como un pincel para ver al Genio, las entradas en su sitio no vaya a ser que con los nervios se me olviden y ya tenga la tarde hecha, me visto y me doy un paseíto por los alrededores de la plaza, siempre te encuentras a algun que otro morantista más loco que tú y nos contamos nuestros sueños.

De vuelta a casa y no sin antes tomarme una cervecita o una copa en Sol y Sombra o en el Obregón para ponerme en ambiente, almuerzo y siesta obligada.
Me ducho y ya empiezan los nervios, la guayabera de estreno, el pantalón a juego, el romero que no puede faltar, muy bien peinado y mucho perfume,la almohadilla con la bandera de España no se puede olvidar, todo en orden y salgo para la plaza con mucho tiempo por delante.

De camino a la plaza te cruzas con el que te da la primera monserga, hoy otro petardazo de tu torero, un poco más adelante el pesado de siempre que te abraza y te quiere dar coba para que lo convides a una copa, no me dejó embaucar, más sabe el diablo por viejo que por diablo. Llego a mí peña, al espacio cultural de Sal y Oro, empieza el festín, algunos ya vienen con la escopeta cargada desde su casa. ¿Hoy qué, Ne?, otra vez a tirar el dinero, aparece el gracioso de siempre, hoy torea Mangante de La Puebla, caso omiso, a palabras necias, oídos sordos, que sabe nadie, llega otro más majara que tú, el que viene del Monasterio de verlo salir vestido de torero, Ne, hoy viene para "comérselo", hoy es el día, he visto las musas revoloteando por los alrededores del Genio.

Se acerca la hora, estás atacado, porque no fumas si no ya te habías fumado medio paquete, la última copa y ya nos vamos para el tendido, el 4 como toda la vida.
Me santiguo ante el cuadro de la Patrona que preside la peña, le pido para ver si hoy es el día, le rezo y ya está el tío sentado en su localidad.

Ahora que venga alguien y me diga que hoy no es mi día de Reyes, este día no está pagado con nada del mundo, no se a ti, pero a mí la entrada de Morante me parece demasiado barata con el día que echo.

Que después no salen las cosas y ¿que?, que me quiten lo bailado porque hoy he sido inmensamente feliz, por cierto, y, ¿si hoy es el día? Pues ahí estaré para verlo como lo vi en aquella tarde de abril en La Maestranza en que Dios bajó de los cielos y se puso a torear.

Juan M. Quiros