Termina el año y la situación del toreo no es fácil. De aquella aparición en escena del “histórico Plan Nacional Estratégico de Protección y Fomento de la Tauromaquia¨” basado en cinco ejes de actuación , veinte programas que vertebran cerca de medio centenar de medidas, encaminadas a fomentar la fiesta y equipararlas a otras actividades culturales bautizadas como PENTAURO, nada se sabe.

El entonces ministro de Cultura José Ignacio Wert, lo presentó a la Comisión Nacional de Asuntos Taurinos, a bombo y platillo. Aparte de hacer un exhaustivo análisis del sector y marcar las líneas de trabajo y medidas para potenciar la Tauromaquia desde todas sus versiones, todo quedó en el olvido. Bonitas frases con buenas intenciones. Los ejes y las medidas a adoptar, perdidas en combate. Se pretendía dar un paso muy importante para el futuro de la Fiesta. La respuesta la tienen en la recién terminada temporada. El matador líder del escalafón López Simón, de 65 festejos no ha pasado y el de los novilleros, no ha llegado ni a la mitad de las corridas de toros.

Sin entrar en la llamada crisis del sector, ya que esta palabra es constante en todas las actividades de la vida, no hay que olvidar que los males que aquejan a día de hoy a la fiesta, se centra en la calidad del espectáculo que se ofrece. Mejorar el toro de lidia, que dé emoción, racionalizar los precios de las localidades, ajustar los pliegos de condiciones de titularidad pública y privada, reducir los costes de organización y fiscalidad, con la bajada de IVA del 21% al 10%., es fundamental.

No se olvide que los espectáculos taurinos aportan más IVA, que el cine, los alquileres de las plazas son superiores a los que las administraciones propietarias revierten en la Fiesta. La actividad taurina genera más 1.600 millones de euros en toda España y 200.000 empleos, sin recibir subvenciones.

El tema de las novilladas es preocupante. Son necesarias para los jóvenes que quieren abrirse camino, es la semilla del futuro. Bajar los costes de las novilladas, es objetivo prioritario. En el XVI Congreso de Tauromaquia 2016 organizada por la Comunidad de Madrid se puso en valor el modelo de Villaseca de la Sagra, señalando que la Administración debería jugar un papel importante en este sentido, ya que es absurdo ver como hay cinco médicos en un festejo taurino y en diferentes ambulatorios se mantienen con un único doctor”. Hoy organizar una novillada tiene los mismos gastos fijos, tanto fiscales como generales, que una corrida de toros.

¿Quién es el público espectador? Son todas las personas que sintiéndose atraídas por la Fiesta, por lo que ocurra en el ruedo, se pasan primeramente por taquilla y luego acuden a una localidad para presenciar el espectáculo y apreciar el arte del toreo, tan difícil de entender. La mayoría quieren sentir y disfrutar, lo que el toro y torero transmiten en la lucha entre la vida y muerte, distinguiendo su furia y embestida, dirigida y utilizada por el torero. Lo preocupante es cuando el público y aficionado se aburre y sale de la plaza con caras de “greco” dando la espalda al día siguiente.

Luis Rivas Asencio