Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Lic. Gonzalo Ramos ArandaAficionado México DF |
14 Septiembre 2016
La última novillada
“Tauromaquia . . . consagrada.”
Hidrocálido de sangre,
orgullo de su raigambre,
es Adame, es valiente,
joven, matador, consciente.
De portar tal apellido
que, al pecho, lleva ceñido,
muy fiel a su dinastía,
Luis David, genial, lucía.
En la Feria de Albacete,
el diestro se compromete,
a ser el mejor torero,
después de gran novillero.
Plaza de Toros “La Chata”,
bella, excelsa, maja, grata,
con la Virgen de Los Llanos
y sus manchegos hermanos.
Vestido de grana y oro,
la faena del decoro,
tres orejas, puerta grande,
un corazón que se expande.
El triunfo no se desaira,
los astados de Guadaira,
“Ocio”, también “Salamandra”,
capote, muleta, manda.
Desplegar arte taurino,
respetando su destino,
“estatuarios”, “espaldinas”,
adornos por “arlesinas”.
Derechazos, bien ligados,
los redondos, enroscados,
naturales poderosos,
pases de verdad, gloriosos.
Templados, como el acero
de su espada, que certero,
recibiendo a su segundo,
de inmediato, al otro mundo.
¡Venga, Luis David Adame,
que la magia se derrame!,
allá, en tierras españolas,
tu tauromaquia acrisolas.
Despedida, en alta cumbre,
prendes fuego, brasa, lumbre,
en Nimes, tu alternativa,
que será . . . superlativa.
Gonzalo Ramos Aranda