Olga Pérez Puyana
Olga Pérez PuyanaLicenciada en Derecho, cronista taurino colaboradora de diversos medios y ex-presidenta de la plaza de toros de El Puerto. |
15 Julio 2015
El Puerto: Toros en el Triana
Merito tiene organizar unas jornadas taurinas tal y como está el patio, sobre todo que parten desde la iniciativa privada con el ánimo y objetivo primordial de mover a la dormida afición desencantada y abúlica en una situación en la que nos hemos sentido inmersos todos últimamente.
Y es como se suele decir es la pescadilla que se muerde la cola porque en la medida en la que tenemos cierto complejo de culpabilidad al denostar la ya de por si maltrecha fiesta con nuestra actitud, y el saber que no debemos tirar piedras sobre nuestro propio tejado, es inevitable no denunciar como esta al situación alto y claro, no sin remordimientos, con el único fin de que esta crisis evidente nos sacara a flote en mejores y más fuertes condiciones.
El Bar Triana regentado por una familia señera de la ciudad de El Puerto en cuanto a los establecimientos de alimentación. Una piña de hermanos que luchan sin cesar por la defensa de el pan de sus casas infatigables en el trabajo, fue la mejor herencia que le dejo su padre, el trabajo duro para mantener y crear de nuevo, reinventarse que se dice, geniales en el aspecto emprendedor y valiente en tiempos difíciles.
Es de justicia que tanto empreño, esfuerzo y tesón tenga sus recompensas así como el sacrificio y es de justicia el reconociendo público a la hora de apoyar todas y cada una de las fiestas locales desde el ámbito privado.
Ya se celebró al primera jornada, ya las siguientes será jueves 23, 30 de Julio y una más al finalizar la mini temporada taurina como resumen, que tiene mayor mérito aun, desde hace algunos años desde las entidades taurinas se suprimió tal acto, pese a su importancia.
En el primero de los actos el aficionado Álvaro González Obregón realizó una disertación más que significativa por su importante mensaje, no tanto de ensalzar como de valorar como mantener la afición y la llama que aún perdura ella para potenciar, un soplo de aire fresco que al menos avivó las llamas de forma positiva en el toro y en la vida.
Un momento para la esperanza, para el volver a revivir un día de ritual de toros, el sentirnos una vez más toreros en la vida, y volver a recordar por qué tiene de mágico este mundo que nos enamoró en un momento determinado y puede y debe volver a re enamorarnos, un balón de oxígeno, que nos llevara a afrontar una temporada breve pero dura en sus planteamientos.
Olga Pérez