Como una especie de síndrome de Estocolmo tenemos que asumir el tema de que las obras tan necesarias para nuestra plaza recortan brutalmente nuestra temporada, nosotros que hemos vivido hasta dieciocho festejos en temporada, y que hemos echado las canas y las ganas de estar en nuestra plaza nos negamos a asumir que serán solo cuatro festejos, el tema de las obras no justifica nada, fechas y posibilidades siempre hubo, y tendremos una plaza preciosa, pero vacía.

Ante el silencio y justificación cómplice de todos los sectores empresa, grupos políticos de ambos gobiernos recientes y no tanto, sectores de prensa y afición inexplicablemente, tendremos una Mac Temporada como en esos establecimientos de comida rápida donde se sirve rápido, breve, escasamente elaborada y de calidad, de precios bajos, y saciante pero insuficiente.

Una Mac Temporada que no cuenta con una política inteligente de precios, estamos apartando a los niños, y mayores de ella sin precios acordes, siempre pensé que el verdadero enemigo está dentro de la fiesta de cara a su futuro, futuro de afición de tendido y de ruedo porque se eliminan con este Mac Menú los festejos menores de un plumazo.

Como en estas grandes cadenas de establecimientos sus Macs Menús están en todas partes y en todos los rincones del mundo, porque a nadie le es ajeno y nuestra plaza menos, que el mundo del toro nacional está girando sobre las manos de macro empresas taurinas que son apoderadas, toreras, empresarias, y si me apuran hasta ganaderas sirviendo el idéntico menú en todas las plazas que atesora su cadena multinacional sin sitio para ninguna novedad en platos. Es un mercado cada vez más cerrado, monopolizado e incongruente, ya no hay negociaciones empresas apoderados, ahora son las mismas personas.

Permítanme una última reflexión, cuando perdió la vida nuestro torero Víctor Manuel Coronado los que éramos sus amigos en su inolvidable adiós, llorábamos amargamente que se había ido sin poder tener la satisfacción de pisar nuestro albero como matador , incluso a otro país, hoy tenemos en la ciudad dos casos toreros que atraviesan su misma situación, se les niega el pan y la sal en su tierra sin justificaciones, Alejandro Morilla y Daniel Crespo, y también reina un silencio cómplice por sus situaciones sin que nadie haya mediado por ellos verdaderamente…y esto sí que lo pienso como aficionada y como portuense que siente verdadero dolor ante lo que está sucediendo.

Ni que decir tiene que pese a tener esta Mac temporada haremos como Presidentes una labor de jueces de Máster Chef.

Olga Pérez Puyana