Origen y Evolución del Toreo
Num. 33 Origen de la Fiesta de los Toros - Cronología Historica en España (Siglo XVII (1605- 1613)
1608:
A principios del siglo XVII, era tal el deterioro en que se encontraba la plaza Mayor madrileña que movió al rey Felipe III a disponer su completa demolición y la construcción de una nueva, digna de la Corte más poderosa del mundo. A este fin dictó órdenes más convenientes a su arquitecto Juan Gómez de Mora, uno de los más aventajados discípulos de Juan Herrera, el cual la dio por terminada en el corto espacio de dos años (en el 1619), ascendiendo su coste total a 900.000 escudos.
Más aficionado que su padre, Felipe III mandó repetir las fiestas de toros que los días (27 y 28-10-1598) costeó la villa de Madrid con motivo de la pública entrada de su esposa Doña Margarita, y todos los jóvenes de la grandeza, y a pie y a caballo, tomaron parte en ellas como lidiadores. Jurado el (17-01-1608) en San Jerónimo como sucesor del reino su hijo Felipe IV, se efectuaron fiestas de toros por la grandeza por bajo del terreno del Alcázar en donde se construyó un palenque y gradería para las damas.
*Don Pedro Toledo, marqués de Villafranca, al que el (05-05-1608) le otorgaron la gracia de cubrirse como grande de España, y celebró la efeméride rejoneando toros; en los que dada la afición y pericia es de creer que tomara parte. El (23-08-1603) rejoneó en Valladolid, pues era caballero rejoneador de la Corte de Felipe III. Cabrera de Córdoba cuenta en sus relaciones que en fiestas habidas en Valladolid el citado día «torearon primero con rejones muy bien, aunque sucedió a don Pedro Toledo que tirando una cuchillada alta a un toro, le dio en un cuerno y se le rajó la espada; pero que después que la cobró se vengó en dársela muy grande al mesmo toro.
Sabemos igualmente que tras la muerte de Felipe III, su hijo Felipe IV, fue jurado el (17-01-1608), en San Jerónimo, y tan aficionado o más que su padre, mandó repetir las fiestas de toros, que costeó la villa de Madrid, y todos los jóvenes de la grandeza, y a pie y a caballo, tomaron parte en ellas como lidiadores y, además, poseyó una vacada importante en una finca real del término municipal de Aranjuez (Madrid). Dichas fiestas se efectuaron por bajo del terreno del Alcázar en donde se construyó un palenque y gradería para las damas. Ya tenemos pues, hacia 1610-12, el primer ganadero y ganadería brava documentada.
Don Pedro Toledo, marqués de Villafranca, caballero rejoneador de la Corte de Felipe III y gran aficionado. Cabrera de Córdoba cuenta en sus Relaciones que en fiestas habidas en Valladolid el día (23-08-1603), «torearon primero con rejones muy bien, aunque sucedió a don Pedro Toledo que tirando una cuchillada alta a un toro, le dio en un cuerno y se le rajó la espada; pero que después que la cobró se vengó en dársela muy grande al mesmo toro.” Le otorgaron la gracia de cubrirse como grande de España el (05-05-1608), y celebró la efeméride rejoneando toros; en los que dada la afición y pericia es de creer que tomara parte.
1611:
Toda una serie de toreros procedentes de la Rioja, de Logroño, fueron contratados para torear en las fiestas que se dieron en Pamplona el año 1611 y con las que se obsequiaron al Virrey. Cabe destacar entre ellos los siguientes: Miguel Sánchez, compañero del famoso Joan Díez Iñiguez de Baldosera y, como él, riojano, fueron solicitados mediante una carta en la que le solicitaban a los dos lidiadores señalados que “…vengan cuatro compañeros a torear, y que si es posible, importa traigan los zancos y personas que sepan andar con ellos, porque quisieran regocijar mucho esta fiesta, por amor al Señor Virrey, y lo que se les suplica es que no falten de venir, que en lo de la paga no habrá desconcierto. Guárdele Dios. Pamplona, (03-08-1611). Cumplieron los toreadores el deseo de la ciudad, y llevaron consigo a Francisco de Mogastón y a Diego de Latorre. Acabada la fiesta dirigieron a los ciudadanos de Pamplona el siguiente oficio:
“Los cuatro nombrados, residentes en la ciudad de Logroño dicen que, en virtud de una carta que el sábado último pasado recibieron de Vuestra Señoría, vinieron ayer lunes, por la mañana, a torear los toros que se han corrido el dicho día, con una danza de cuatro zancos, y por ser el tiempo tan breve han tenido mucha costa, por haber venido cada uno en cada cabalgadura, por la afición y voluntad que tienen de servir a esta ciudad, y suelen venir todos los años a regocijar la fiesta del glorioso San Fermín y otras que se le ofrecen, y han toreado conforme Vuestra Señoría ha visro, y danzado.” “Pamplona, refiere don Ignacio Babestena, de quien estos datos proceden, premió los méritos de los lidiadores dándoles 200 reales y por cierto, en el libramiento, al recibir el dinero, firmaron todos ellos con mano propia y no por ajena, como en aquel entonces acostumbraban hacerlo el 90 por 100 de los mortales.
Diego de Latorre, toreador de a pie del siglo XVII, vecino de Logroño, y que fue contratado para torear en Pamplona en 1611, en las fiestas celebradas en dicha ciudad en honor del Virrey. A él y a esas fiestas se refieren los documentos aportados en la biografía de Miguel Sánchez.
Francisco de Mogastón, toreador del siglo XVII, vecino de Logroño, que trabajo como tal en una corrida celebrada en Pamplona el año 1611. A él afectan los documentos que se transcriben en la biografía, después señalada, referida a su compañero Miguel Sánchez.
1613:
Nacieron.
*Bernardo Álvarez, toreador del siglo XVII, nacido hacia el año 1613, vecino de Exea de Cornago, y cuyo nombre figura en casi todos los carteles de las corridas celebradas en la plaza de Pamplona desde 1632 a 1647. Debió ser excelente