Cali. (Colombia) 27 Dcbre. Segunda corrida de Feria. Media plaza.Toros de Juan Bernardo Caicedo.

Antonio Ferrera, silencio y palmas;
Luis Bolívar, palmas y oreja con petición de la segunda e
Iván Fandiño, oreja y ovación

Con media plaza en los tendidos, y un sol abrazador y taurino, se llevó a cabo la segunda corrida de toros del abono caleño, en donde se lidio un encierro de Juan Bernardo Caicedo, los cuales tuvieron diferentes matices en su comportamiento, unos mejores y otros peores, una corrida normal, los malos no asustaron a nadie y los buenos sólo fueron eso, cumpliendo su razón de ser en este mundo.

El diestro Antonio Ferrera que vistió un terno negro y oro, estuvo con deseos de agradar en sus dos toros, lamentablemente en su primero poco pudo hacer al dañarse este, el toro, una mano, la izquierda, por lo que tuvo que abreviar, cabe señalar que el de Caicedo no humilló y más que embestir con nobleza, se defendía, por lo que el matador no se centro del todo.

En su segundo toro, no pudo hacer nada de capa, ya que el toro le hizo un feo, es decir un extraño, por lo que Ferrera cambio el lucimiento por la brega correctiva. El comienzo de faena de muleta por alto tuvo mucho empaque y dio ilusión a los tendidos, sin embargo y esto hay que decirlo a favor del toro, recibió un puyazo excesivo y eso lo pago caro en el último tercio porque se quedó agarrado al piso, fue entonces que Ferrera, inteligente por sobre todo, cambió la estrategia de la faena acortando distancias y exponiendo una barbaridad a milímetros de la astas del toro, con esa tauromaquia conecto a los tendidos, lamentablemente la espada no lo acompaño durante la tarde, sin embargo la conocedora afición de la “Cañaveralejo”, lo invitó a saludar al tercio.
 

Hablar del diestro Luis Bolivar, que visitó de azul noche y oro, es hablar de un torero importante, su primero rompió a malo y con poca clase, sin embargo mientras el toro se lo permitió logró momentos plausibles tanto de capote al recibirlo con dos largas cambiadas de rodillas y luego lanceándolo a la veronica y un quite por chicuelinas, con la muleta al toro tuvo que llevarlo muy tapado, tenia poca clase, Bolivar estuvo por encima de él y lo tapó en muchos momentos; el pitón izquierdo del burel no tenía ni uno, desarrollo sentido.

En su segundo, para mí el mejor toro de la corrida, desde el capote se deslizo por el lado derecho con clase, la cual mantuvo durante la faena de muleta, con esas condiciones, Bolivar estuvo a gusto durante toda la faena, le dio espacios y tiempo, la faena fue larga, y basada con la mano derecha, labor variada, circulares por la espalda, por el pitón derecho la cosa fue distinta, de uno en uno, el toro no le permitía ligar, pero metía bien la cara cuando tomaba el engaño. Manoletinas finales y estocada entera de lujo, cortó una oreja con fuerte petición de la segunda, tratar de entender porque no se la concedieron, es darle protagonismo a presidente de plaza que con esa actitud no se lo merece.

El diestro de Orduña Iván Fandiño que vistió de coral y oro, hizo honor a su slogan publicitario: “Guardián de la Pureza”, y es que con más verdad no se puede torear, ese fue el sentir del aficionado durante toda la tarde al verlo.

Su primer toro se rompió el pitón y reglamentariamente o no, fue acertadamente cambiado en beneficio el espectáculo, corriendo el turno con su segundo toro, el cual salió sin entregarse al capote de Fandiño en los lances iniciales, lo apretó por pitón derecho, pero el diestro no movió las zapatillas de suelo pasándoselo cerca. Después del tercio de varas efectuó un quite por chicuelinas y tafalleras sensacional y muy ceñido que fue fuertemente ovacionado. La verdad del toreo de Fandiño va de la mano con la inteligencia y eso se evidenció al iniciar la faena de muleta en los medios dando todas las ventajas al toro a favor de su querencia. Los espacios entre tanda y tanda, el toro no humillaba, supo administrar la embestidas para lograr una faena importante por ambas manos y conecto de inmediato con los tendidos. Le sacó todos, absolutamente todos, los muletazos que el toro tenía, lo hizo ver mejor, pero también hay que decir que el de Caicedo tenía buen fondo. Tras un espadazo en la pepa, cortó una merecida oreja.

Su segundo toro no tuvo las mínimas condiciones para el lucimiento con el capote, llevaba la cara alta y lo dejo ver mas claro en la pelea con el montado. De muleta el toro rompió a bueno y con relativa clase, es de suponer que Fandiño al percatarse ello, lo aprovecho al máximo con muletazos por la derecha ligados, una labor de categoría, por el pitón izquierdo había que meterlo en la muleta de uno en uno, así lo hizo con sapiencia y como todo el la vida acaba, el toro se fue apagando, no sin antes, cuajar una serie de manoletinas muy ceñidas como rubrica final de su labor esta tarde. Estocada y descabello, hubo petición minoritaria.

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