El Puerto (Cádiz)  Articulo de opinión de JUan M. Quiros

Ya lo dijo Rafael El Gallo en aquella célebre reunión en la cual le presentaron a Valle Inclán y al preguntar el Maestro a qué se dedicaba ese hombre le respondieron, —Es filósofo Maestro.

— ¿Cómo? ¿Filo qué? Como que hay gente "pa to".

Pues eso mismo pienso yo cuando veo la cantidad de gente tan diferente que se da cita en una corrida de toros, y si no fíjense en una tarde de toros cuando empiezan a llegar personas desde los cuatro puntos cardinales de la plaza de toros, Calle Valdés, Avenida del Ejército, Cruces y Santa Lucía y Los Moros y Pagador, no me digan que no hay gente "pa to".

Y nos encontramos al que va a ver los toros, al que va a que lo vean, el engominado y con patillas largas o el que va en chanclas y pantalones cortos, al que no le falta ni la matita de romero, el monárquico y el republicano, los partidarios, los que dicen ¡Olé!, y el que dice ¡Ole!. El tieso de la solanera y el del taco del tendido 2, el que se saca una entrada de segundo piso y acaba en una barrera de sombra, el impaciente que cinco minutos antes de la hora ya está con las palmas de tango y el que a esa misma hora aún se está flagelando en el "Sol y Sombra" o el que espera que abran las puertas para que salga el público y "colarse" para ver el último toro.

El niño de los garbanzos de Gandía y la guiri de la minifalda de Manolo Escobar, el de la gorra del sol y el del sombrero en la sombra, el que protesta por todo y al que todo le da igual, al que pide la oreja como si se le fuera la vida, los que nos compramos el abono del 4 y ya nos creemos que sabemos de toros y tenemos la verdad absoluta

El de las garrapiñadas y la cerveza fresquita, el del habano y al que le molesta el humo del Cohíba, el que entra en la plaza casi descabellado después de visitar los sagrarios de obligado cumplimiento, El Paseíllo, Los Pinchitos, El Avenida y El arte de picar, la Concha Flamenca de la Banda Dueñas, a los que ahora le han dado por cantar y los otros que además, le aplauden, el Yupi tocando el clarín.

El de la reventa, los gañoteros esperando su recompensa debajo del árbol de la puerta grande, el médico nervioso, la madre del torero como un flan y el padre roneando de su hijo en el callejón, el apoderado mandando, el mozo de espadas cuidando del torero y el ayuda, ayudando, el malaje del presidente, los asesores y los alguacillos.

El otro que dice que es novillero y ha toreado un eral más que yo, el que si no hubiese sido por la jindama tan grande que tenía pudiese haber sido una figura en esto, el que saca la de Ubrique y el que ni la saca, ni mucho menos la lleva en el bolsillo, el "joven" que se saca la especial joven y tiene más año que el reloj de la plaza.

Almudena la torilera, Figueroa el de la cuadra de caballos y los monosabios, Paquiqui el arenero, Antonio Balcones, el camión de la carne del Calé, Culata el puntillero, Don Antonio el veterinario, el sieso del delegado gubernativo, Canito el fotógrafo. El Doctor Mendoza, Jeronimo Roldán y Curro Orgambides, Fernandi el capitalista, el ganadero y el mayoral rezando, el cura también, el cabestrero que lleva no sé cuántos años sin trabajar en El Puerto, Juanini y su hijo Francis que hacen las banderillas más bonitas del mundo.

Los Atalayas, los Camachos, los Carambitos y los Muñoz, Don Diodoro Canorea y Don Enrique Barrilaro y el guardia Quirós en su delantero de balcón, el Gago y Don Nicomedes, el Morantista que solo "ve" a su torero y los que le gustan los "gladiadores", los del ayuntamiento que las corridas de clavel y copas largas les encanta, pero las clases prácticas le gustan menos o nada.

Los acomodadores, los de las almohadillas de la Cruz Roja, los porteros que hacen la vista gorda cuando llegan sus conocidos, el de la tablilla de los pesos, el del portalón de arrastre y el de la puerta grande, las 59 puertas más la Puerta Grande, El Pajarito y El Bimbo.

Y no me podía olvidar del "enterado y entendido" del 4, que ahora le ha dado por escribir artículos taurinos y se cree que "sabe" de toros y de toros ni las vacas saben.

J.M.Quirós