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Digna alternativa de Javier Cortés
21 Febrero 2010Vistalegre (Madrid). Domingo 21 de Febrero. Algo más de un cuarto de entrada. Toros de Zalduendo, desiguales de presentación y .juego
Rubén Pinar, palmas y saludos.
Miguel Tendero, palmas y saludos tras leve petición.
Javier Cortés, que tomaba la alternativa, saludos tras aviso y vuelta tras aviso.
Toros de Zalduendo, desiguales de presencia, bajos de raza y de poco juego. No obstante su falta de fuelle, la corrida fue noble y no tuvo mayores complicaciones. La excepción fue el bravo primero, un toro con calidad. Y en generosa repesca podrían salvarse el cuarto, que se desplazaba en la distancia larga, y el manso sexto, que se tragó muchos muletazos sueltos por abajo.
Rubén Pinar: media con vómito (palmas); y dos pinchazos y bajonazo (división tras aviso).
Miguel Tendero: media y dos descabellos (palmas); y gran estocada (ovación tras leve petición).
Javier Cortés, que tomaba la alternativa: seis pinchazos, media y siete descabellos (ovación tras aviso); estocada corta tendida y once descabellos (vuelta tras aviso).
En cuadrillas, Fernando Télles saludó tras parear al sexto y Gimeno Mora bregó bien en el tercero.
La plaza tuvo algo más de un tercio de entrada.
CRÓNICA DEL FESTEJO
El sueño de Javier Cortés, de ser torero importante, tendrá que esperar. Y no porque le falten condiciones, que las tiene, muchas y muy notables.
La forma de presentar los engaños planos, de esperar y aguantar la embestida del toro hasta engancharle en el sentido literal, para terminar llevándole lejos y muy despacio, rematando los pases siempre atrás, muy atrás. Haciendo esto con gusto, jacarandoso, y aparentemente muy sereno.
Todo indica que su concepto del toreo es excelente. Pero falla en algo fundamental: no mata como Dios manda.
La espada es su gran asignatura pendiente. Y una de dos, o aprende cuanto antes, o se las verá en su casa sin contratos, como tantos toreros que en su día hicieron concebir también las mejores esperanzas y sin embargo no llegaron a nada al no justificar el primer mandamiento de la profesión, de "matador de toros"
A Cortés le tocó el toro de la tarde, precisamente con el que se doctoró. Un "zalduendo" canela fina, que regaló imnumerables embestidas, muy humillado, y con repetición.
Toro de extraordinaria calidad, que en ocasiones es arma de doble filo, puesto que siempre se ha dicho que los buenos toros son los que descubren a los malos toreros. Y no fue el caso. Más bien al revés. Cortés se sintió, se creció y resolvió con mucha suficiencia técnica y artística. Otra cosa fue el calvario de la espada. Y cambió la oreja, o quien sabe si las dos orejas, por un aviso.
El sexto ya no fue tan claro, aunque se dejó también en muletazos de uno en uno. Había que taparle la huida y ganarle la acción dejándosela (la muleta) en la cara. Lo entendió bien Cortés, que por momentos volvió a torear con cierto arrebato. Mas el estropicio al matar, otra vez, en su contra. Nueva oreja perdida, nuevo aviso.
No será definitiva la actuación de hoy. Tendrán que darle más oportunidades. Pero no habrá muchas más si no remata con la espada. Así que Javier Cortés tiene la palabra de su futuro.
Completaban la terna dos toreros también muy jóvenes cuyas carreras asimismo despiertan gran interés. Pinar y Tendero, con lotes menos propicios, tampoco levantaron vuelo
Pinar, sin compromiso de faena con su violentito primero y buscando el aplauso fácil en el cuarto, al que no terminó de entender dándole más espacio.
Tendero, muy voluntarioso, hizo cosas sueltas notables, pero hasta ahí, sin redondear. Lo mejor, la buena estocada al quinto.
EFE