Mérida (Venezuela). 16 Febrero. Última de la Feria de El Sol. Tres cuartos de entrada. Toros de Ernesto Gutiérrez, desiguales de presentación y juego

Luis Francisco Esplá, silencio y oreja;
Javier Conde, oreja y silencio tras aviso;
El Juli, oreja y silencio;
Rafael Orellana, oreja y silencio.
 

CRÓNICA DEL FESTEJO

Los diestros españoles Luis Francisco Esplá, Javier Conde y Julián López "El Juli" y el venezolano Rafael Orellana cortaron una oreja por coleta en la última corrida de la Feria del Sol, celebrada hoy en la ciudad andina de Mérida (Venezuela).

De azul turquesa y oro salió el maestro alicantino Esplá en la tarde que se despedía de los ruedos venezolanos. Con templados lances intercalados con chicuelinas saludó al que abrió plaza, lo llevó y sacó del caballo con maestría, tomó las banderillas para dejar en lo alto los tres pares en medio de atronadoras ovaciones.
Con toreros doblones lo sacó a los medios donde lo toreó con gusto al natural y con la diestra al son de la música; pinchó dos veces en hueso entrando por derecho antes de cobrar certera estocada.

Al de su despedida lo lanceó con primorosas verónicas y se volvió a lucir con los rehiletes clavando en todo lo alto. Asentada faena por ambos pitones gustándose en cada muletazo, destacando dos series por naturales. Pinchó tres veces antes de cobrar una estocada en la cruz sin dejar que nadie lo tocara, esperó el maestro que rodara sin puntilla para pasear en triunfal vuelta al ruedo la merecida oreja.

Conde llegó de México, según sus palabras tras 36 horas de aviones y transbordos. Cortó una oreja en su primero con peculiar trasteo. El torero malagueño disfrutó sometiendo al sexto en una larga faena que no pudo redondear con la espada.

Aseado estuvo "El Juli" con la capa y en torero poderoso con la muleta, en largo trasteo rematado con media estocada y dos golpes de descabello premiado con un trofeo. En su segundo, el madrileño realizó importante faena al compás de la música, se demoró con los aceros y escuchó un aviso.

El torero de la tierra saludó con apretados lances a su primero, faena con larga serie de naturales y derechazos. El público pidió el indulto que el presidente no concedió. Orellana atacó derecho con la espada para dejar una estocada de efectos rápidos y recibió una oreja.

Al que cerró plaza lo saludó con un ramillete de verónicas que fueron aplaudidas. Valiente faena a un toro de medias arrancadas al que le sacó muletazos de mérito. Mató de estocada pero el toro tardó en doblar y el público lo despidió con aplausos tras escuchar un aviso.

 EFE