Almeria. Toros de El Torreón, de muy correcta presentación para una plaza de segunda categoría, y de variado comportamiento. El primero tuvo clase pero pocas fuerzas; el segundo fue bueno lo poco que duró; descastado, el tercero; al cuarto, más alto y basto de hechuras, le faltó clase y casta; al enclasado quinto le faltó fortaleza; y sin acabar de entregarse, el sexto.

Ruiz Manuel, de champán y oro: pinchazo y media estocada (ovación); y dos pinchazos y estocada (gran ovación de despedida)

Curro Díaz, de azul rey y oro: gran estocada (oreja); y gra estocada (dos orejas).

Joselito Adame, de ciruela y plata: estocada (aviso y ovación tras petición); y pinchazo hondo y estocada (oreja).

En cuadrillas, Miguel Martín y Fernando Sánchez saludaron tras banderillear al tercero; y el propio Sánchez se desmonteró también junto a Tomás López en el sexto.

Al finalizar el paseíllo los alumnos de la escuela taurina de Almería entregaron a su profesor, Ruiz Manuel, un presente en reconocimiento a su trayectoria y labor docente.

La plaza registró un tercio escaso de entrada en los tendidos.

El diestro Curro Díaz cortó tres orejas y salió hoy a hombros en la primera de feria en Almería, una tarde de poco público en los tendidos, y en la que el mexicano Joselito Adame logró también un apéndice, mientras que el local Ruiz Manuel, que se despedía del toreo, recibió el cariño de sus paisanos

Curro Díaz, que sorteó el mejor lote de la tarde, brindó a Ruiz Manuel su primer toro, un animal que le dejó componer series de bellísima factura durante el poco tiempo que duró, suficiente para lograr la primera oreja de la feria tras una efectiva estocada.

Más interesante e intensa fue la faena al quinto, un toro que fue a más y que el torero entendió con series cortas y con media distancia, ayudándolo en la embestida, cosa que acabó agradeciendo el astado, al que volvió a torear con elegancia y mucho empaque. Igual que en su primero, la estocada que agarró fue tremenda, de las que salió el toro rodado sin puntilla. Dos orejas para él.

Ruiz Manuel, que había anunciado su retirada definitiva de los ruedos nada más presentarse la feria, tuvo que bregar con un lote a contra estilo y nada indicado para la efeméride.

El primero tuvo tanta clase como falta de fuerzas, algo que le condicionó sobremanera para perseguir las telas. Por el pitón izquierdo dejó de uno en uno los mejores naturales de la faena, aprovechando la templanza del animal y con una colocación excelente.

Al cuarto le faltó clase y, sobre todo, casta, un toro difícil con un complejo juego de alturas y distancias. No fue el toro idóneo para una despedida. Así y todo recibió una gran ovación por parte de sus paisanos, agradeciéndole los años en activo y también su labor como actual gerente del coso almeriense de la avenida de Vilches.

Joselito Adame lidió en primer lugar un toro insulso, sin transmisión, al que se le hicieron las cosas muy bien durante la lidia, pero ni así rompió el astado en el último tercio. El mexicano llevó a cabo una faena de largo metraje pero que no llegó a calar en el tendido.

Algo similar le ocurrió con el que cerró plaza, un toro que no llegó a entregarse por completo pero con el que se entretuvo Adame en la distancia corta, metiéndose entre los pitones para lograr una orejita. EFE