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Tenia
Miguel diez años cuando mató la primera res. Fue el 10 de agosto de
1930, en un espectáculo organizado en la plaza de toros de El Puerto,
en una mezcla de toreo cómico y serio en el que era anunciado como
“Niño del Matadero II” y alternaba con Antonio Suárez, mató un
becerro de la ganadería de D.
Francisco Chica. Su hermano Manolo actuaba de director de lidia,
gustando tanto el niño, que ya se auguraba en él una gran figura del
toreo. Su
corta edad y los acontecimientos de la guerra Civil, imposibilita su
incorporación al planeta de los toros hasta el 17 de octubre de 1937,
en un festival benéfico en la plaza de toros de El Puerto, su ciudad natal. En el cartel su hermano Manolo, junto a
Manolo Rodríguez de Cádiz y el isleño José Blanco, consiguiendo
Miguel en esta su primera aparición “legal” las dos orejas y rabo
del becerro de Villamarta. Al
año siguiente concretamente el 3 de julio en la plaza de toros de San
Fernando (Cádiz), viste por primera vez su traje de luces, crema y
negro, alternando con Paquito Casado y José Blanco con novillos de
Villamarta, no pudiendo ser mas exitoso su debut,
una oreja en el primero y dos rabo en el segundo. El
17 del mismo mes y año es en El Puerto donde actua nuevamente en unión
de Paquito Casado y Paz Domínguez, cortando las dos orejas y rabo de su
segundo novillo. Debuta
con los del castoreño en El Puerto el día 16 de julio de 1.939,
lidiando novillos de Muruve, alternando con Rafael Ortega “Gallito”
y Pepe Luis Vázquez, con la mala fortuna que su primer novillo de
nombre “Peleón” tercero de la tarde, le propino una gravísima
cornada en la garganta. En
la temporada siguiente 1940, cuando solo había toreado tres novilladas,
se presenta en Madrid el 15 de agosto alternando con Rebujina y Manuel
Calderón, por Una
segunda novillada torea en Madrid ocho días después, con el Boni y
Gallito, siguiendo con otras actuaciones en la misma temporada en
Sanlucar de Barrameda con Paquito Casado y Sánchez Mejías, Jerez con
Calderón y el Andaluz y tres más en Sevilla. La
carrera hacia la fama le va a llevar al fin al año 1941 que marca sin
duda el mejor momento del torero . El resumen de esta temporada es el
siguiente: Festejos 46, toros matados 97, cortando 66 orejas y 12 rabos.
Miguel del Pino se ha situado en el primer plano nacional, habiendo
alcanzado en esa temporada el primer puesto en el escalafón de los
novilleros. De
sus triunfos en esa temporada cabe destacar tres, el 8 de junio en Zaragoza, donde en su primero da tres
vueltas al ruedo y al segundo le corta las dos orejas y el rabo, siendo
llevado en hombros hasta la basílica del Pilar. El 21 de agosto en
Madrid, en un mano a mano con el Boni, tres orejas y ocho vueltas al
ruedo. En
1942 continúan sus éxitos, el número de novilladas toreadas es de 43,
tres menos que el año anterior, va llegando la hora de tomar la
alternativa. Y
llega el 14 de junio de 1943, plaza de toros de Algeciras, es nada menos
que el monstruo del toreo Manuel
Rodríguez “Manolete”, quien le concede el doctorado en presencia de
Pepe Luis Vázquez, con el toro “Clavellino” de la ganadería de D.
Juan Enrique Calderón, procedencia Veragua. Brinda el toro a D. Carlos
Terry y obtiene después de una magnifica faena las dos orejas y el rabo. Será
el 15 de agosto, en una corrida de gala alternando con Manolete y El
Andaluz con toros de Dª Carmen de Federico. Al terminar la temporada da
un total de siete corridas. Hasta
ese momento los toros le habían respetado, pero va a ser en 1944 cuando
va a sufrir su primera cogida importante, es en la plaza de Cádiz en una
corrida del Corpus el día 8
de junio al lancear de capa al sexto de la tarde, de Isaías y Tulio Vázquez,
es empitonado recibiendo una herida en la región iliaca de
pronostico grave. Miguel con este percance perdió cuatro festejos, entre
ellos la confirmación de la alternativa, la cual hubo de retrasarse hasta
el 12 de octubre, con el toro “Barrilete” de Concha y Sierra, siendo
el padrino Gallito y testigo el “Albaicin”. Se da la circunstancia que
esta corrida hubo de suspenderse en el segundo toro, a causa de la fuerte
lluvia. En
1945 no viste Miguel de luces, Cossio en su magnifica obra dice “si
alguna vez pudo hacerlo, fue
recusado por quien podía imponer su voluntad.” Al
siguiente año 1946, solo torearía tres corridas, dos de ellas en El
Puerto, donde el 2 de junio alternando con “Armillita” y El Andaluz”
obtuvo de su primer enemigo las Después
de tres años de ausencia de los ruedos surge de nuevo la expectación de
ver a Miguel nuevamente, en esta ocasión reaparece de novillero, firmando
solo cuatro corridas, tres en El Puerto y una en Sevilla. En 1954 son seis
las novilladas que torea, y en 1955 solamente dos, Miguel ya no es el
mismo Miguel, piensa que debe resignarse ya
a dejar los ruedos definitivamente. Pero
en mayo de 1959 vuelve a reaparecer por tercera vez, concretamente
el 24 de mayo en unión de dos chavales jóvenes, Antonio Gonzáles
y Emilio Oliva, a los que brinda su primer novillo de la tarde. El 21 de
junio vuelve a aparecer en el ruedo de su ciudad natal, en esta ocasión
con Emilio Oliva y Paco Camino, con toros de D. José Luis Osborne Vázquez,
en una tarde en que el espada
es golpeado aparatosamente por su primer toro , sangrando abundantemente
por la boca, se retira a la
enfermería y vuelve en un acto de honradez a lidiar su segundo toro,
siendo volteado nuevamente sufriendo fractura
del brazo izquierdo y de la nariz y herida en la cabeza. Las ilusiones se acabaron y Miguel del Pino, torero entre toreros decide definitivamente alejarse de los ruedos, de esta forma acabó la trayectoria taurina en activo del primer matador de alternativa de El Puerto de Santa Maria, ya que continuó en el mundo del toro como asesor de la presidencia en los festejos taurinos de su ciudad natal. Fuente: Plaza Real |