Olga Pérez Puyana
Olga Pérez PuyanaLicenciada en Derecho, cronista taurino colaboradora de diversos medios y ex-presidenta de la plaza de toros de El Puerto. |
22 Agosto 2012
La temporada de mis desvelos…
Terminó la temporada taurina portuense por este año, muy corta excesivamente corta en lo taurino, que no en lo personal, no por ser más breve ha sido menos intensa, quizás por eso, por ser menos se ha hecho más patente el siempre presente fantasma de la crisis que ha sido proporcional a la crispación empresarial.
Una temporada más en la Presidencia de la Plaza Real, la de mis desvelos, tantas y tantas noches y tardes sin poder cerrar pestañas, y eso en mi es muy muy extraño os lo aseguro.
Pocas circunstancias hoy por hoy me desvelan, pero esta temporada han sido muchas horas de pensar en si habíamos acertado en las decisiones, si tanto esfuerzo y lucha merecía la pena, si era mejor una opción u otra, lo acontecido en el ruedo, por el verdadero pánico que hemos sufrido ante los toros en unos corrales con mínimas o inexistentes medidas de seguridad, las esperas, o las relaciones con las personas siempre complejas, nos hemos ido a casa alguna vez sin corrida completa, algo muy duro, argumentado siempre la crisis empresarial.
Muy corta, demasiado nuestro abono, una verdadera pena ese mes de Julio en vacío y el fin del Certamen de Novilladas, un obstáculo más para los que empiezan.
Una temporada marcada por la autentica sobredosis de esa bebida cuya formula es secreta, eso si light, y sobre todo por las noches en vela sin entender cómo algo que se hace por afición puede acabar con ella. Pero no todo ha sido desvelo o duermevela por aspectos negativos, también por la emoción de saludar al Jefe Mayor del Estado, Su Majestad, o por lo feliz que me sentía por pertenecer a un equipo de personas de increíble valía y personalidad como José Feria el asesor artístico o Jesús Neva, nunca alcanzaré su talla como persona y créanme que no es un chiste fácil, por la altura de Jesús mi alter ego Presidente.
Desvelos ante las malas artes infinitas de los taurinos de España profunda, ante lo que moderadamente se llaman presiones, este año realidades, ante la dificultad de las decisiones que debes tomar en minutos que luego reflexionas horas, ante haber vivido un día histórico, ante todo ese trabajo y horas que no se ven y restas a los tuyos, ante una misión imposible tal y como funciona la fiesta, el creer que puedes cambiar las cosas y chocar con la dura realidad.
Pensar en que quienes viven de la fiesta pueden hacerle tanto daño, no conciliar el necesario sueño reparador para volver a poner en marcha el organismo de cero a cien a primera hora de la mañana ante un día clave siempre salpicado de posibles criticas, no siempre constructivas, que de nuevo te hacen pensar más.
Errores, puede, afición desmedida y sobre todo el orgullo de haber cumplido de nuevo la misión que se nos encomendó o al menos lo hemos intentado que no es poco, cuando nos lo han permitido.
De ella, mi plaza, me quedo con la emoción de ciertas tardes, con los momentos duros de los que se aprende y te hacen venirte arriba como los toros más bravos, y sobre todo con las personas que me han arropado de las que me siento orgullosa de tener a mi lado, siempre para lo bueno y lo malo.
Olga Perez
Agosto 2012