Carlos V. Serrano

Carlos V. Serrano

Informador taurino -

02 Mayo 2001

Los desempleados del toreo

Por mucho que intento conocer como está montada la estructura y la filosofía que mueve y ha movido los hilos de este mundo del toro a través de los tiempos, no consigo aún enterarme, quizás sea por mi falta de recursos, desconocimiento o porque no quiera verlo, pero lo que si está claro, es que cada día cuesta mas trabajo buscar un “empleo” en esta bonita y a su vez apasionante y arriesgada profesión.

La profesión de torero, de todos es sabido, es harto difícil, muchos son los elegidos y pocos los llamados. Para llegar a ella, se tiene que haber pasado antes infinidad de sufrimientos, situaciones extrañas, momentos amargos y sobre todo el no conocer la niñez, ya que desde muy temprana edad cambian los juegos propios y lógicos de su edad, por un trapo rojo e intentan hacer realidad sus sueños emulando a los inventores de esta profesión.

Los que tienen la gran suerte de superar todas estas dificultades, y consiguen consolidarse en la profesión, ocupando puestos destacados, se ponen, salvo honrosas excepciones, la coraza de la vanidad, el egoísmo, y cierran el paso a los que no tienen el privilegio o la suerte de tener un “empleo” mas estable, sin pensar que ellos también pasaron por esta situación.

Cuando están arriba, no se acuerdan de los que solo consiguen después de llamar a innumerables puertas, 4 o 5 “peoná” al año, incluso a veces sin percibir por ello salario alguno, y ellos nadando en la abundancia y hasta permitiéndose el lujo de escoger el tipo, lugar de trabajo, materia prima y hasta compañeros.

Hay que buscar posibles soluciones, tan profesional es uno como el otro, quizás estos últimos desempeñen su trabajo con mas interés y entusiasmo, ya que de ello depende el futuro, mientras los otros tienen la espalda cubierta y se alivian en situaciones difíciles.

Los desempleados del toreo, osease, los que no tienen un trabajo mas o menos estable, tienen el mismo derecho que los demás a que sean contratados por las empresas, y contar con el apoyo sobre todo, de sus compañeros y afición, no basta solo desempeñar su trabajo en plazas de carro y portátiles, también merecen y le corresponden por derecho propio, desempeñarlos en plazas de superior categoría.

Ellos, día tras día, tienen que aprovechar las pocas oportunidades que le ofrecen, para intentar conseguir ese reconocimiento que se les viene negando, o al menos auto-converserce de que reúnen las aptitudes necesarias para desempeñar dignamente su cometido en esta profesión, y este rodaje, necesario e imprescindible, solo se consigue “trabajando” con mas frecuencia.

Así por desgracia está definida esta profesión, la que no consigo, por mucho que lo intento, comprender, quizás este equivocado, es posible, pero hasta que la situación no cambie, seguiré pensando igual.


Carlos V. Serrano

Mayo 2001





Últimas Opiniones

¡Que dos toreros tiene Sevilla! (16 Abril 2024)
¿Que por qué soy taurino? (14 Abril 2024)
Don Daniel Luque. (13 Abril 2024)
Más Santiagos y menos Juampedros. (12 Abril 2024)
Martinez Ares arremete contra los taurinos (07 Febrero 2024)
De toros, ni las vacas entienden. (31 Enero 2024)
El mejor “Paseíllo” del mundo. (27 Diciembre 2023)
Suenan los clarines. (17 Diciembre 2023)
¡Hasta Siempre Amigo Rojas! (08 Diciembre 2023)
Francisco Rodríguez Mateo. (30 Noviembre 2023)


Subir