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28 Julio 2019
Nueve orejas y un rabo en una exitosa tarde de toros en Porzuna (Ciudad Real)
Pozuna (Ciudad Real) Se lidiaron dos novillos de Víctor y Marín para rejones, y cuatro toros de Toros de Mollalta a pie. Venidos a menos los de rejones. Manejables aunque faltos de clase y entrega segundo y quinto. Buenos tercero y sexto, éste último premiado con la vuelta al ruedo. La plaza registró tres cuartos de entrada en los tendidos.
El rejoneador Raúl Martín Burgos, dos orejas y oreja.
Uceda Leal, dos orejas y oreja.
Manel Jesús "El Cid", oreja y dos orejas y rabo.
Los diestros José Ignacio Uceda Leal y Manuel Jesús "El Cid" salieron hoy a hombros junto al rejoneador Raúl Martín Burgos en la localidad ciudadrealeña de Porzuna tras repartirse un total de nueve orejas y un rabo.
La plaza de toros de Porzuna registró una muy aceptable entrada para presenciar un festejo mixto con el fin de contentar a los que gustan tanto del toreo a pie como a caballo.
Martín Burgos tuvo que ponerle animosidad a la rajada condición de su primer novillo, que buscó tablas pronto, teniendo que clavar de dentro a fuera en la mayoría de las ocasiones. El eficaz rejón de muerte logrado al segundo intento le abrió ya la puerta grande.
Su segunda faena tuvo altibajos, alternando el clavar a la grupa o pasando en falso varias ocasiones con, por ejemplo, un gran par a dos manos. El novillo acusó un rejón de castigo que cayó demasiado bajo y su ímpetu fue de más a menos, llegándose a echar el de Víctor y Marín antes de entrar a matar.
Uceda Leal se las vio con un toro de hechuras perfectas cuyo comportamiento luego no estuvo acorde a su magnífica morfología. Fue noble y manejable, pero le faltó clase en sus acometidas. El madrileño destacó en naturales largos aislados y en la sensacional estocada cobrada al segundo intento.
Tampoco tuvo exceso de entrega el quinto. No molestó, pero le costaba terminar el viaje y salía con la cara desentendida a media altura, además de puntear los engaños. Mató de nuevo a la segunda tentativa tras poco notable que destacar en su quehacer.
El Cid pinchó una faena al tercero en la que estuvo realmente a gusto tanto con capote como con muleta. Con ambas telas hubo encaje, trazo largo, templado y elegante. Todo ello frente a un buen toro que tuvo calidad aunque le faltó prontitud.
En tono de inspiración parecido anduvo El Cid con el buen sexto, premiado con la vuelta al ruedo, que tuvo cinco tandas de naturales de categoría. No ofreció tanta clase por el pitón derecho, viniéndose un poco abajo en el tramo final. Volvió a pinchar el sevillano al primer viaje pero no así en el segundo, siéndole concedido un generoso rabo. EFE