Jesús Parra
Jesús ParraMozo de espadas |
26 Julio 2016
Añoro...
En días como el de hoy es cuando uno echa de menos levantarse temprano , asomarte a la ventana y fijar la vista en aquella retama que canta cuando el viento de levante sopla por este rincón, preparar los avíos y montarte en el coche para pasar por aquel hotel que hace fechas ya confirmaste que tu matador torea en El Puerto, hacer " la silla " y llegar a la plaza antes que ningún miembro de la cuadrilla , llamar a esa ansiada puerta 59 pasar y saludar a todos los que antes que tú hicieron el paseíllo por esa sombría y fresca entrada de la Plaza Real
No todos son profesionales ni todos son del toro pero son personajes que siempre rodean a la fiesta y que cada mañana de sorteo invaden el silencio y las miradas de cuantos profesionales se juegan la vida esa tarde.
Echo de menos ese tema burocrático que antes del sorteo debes cumplimentar con tu cuadrilla , oficinas de la empresa, delegado del gobierno y jefe de prensa, echo de menos ese banderillero que te da ese papel de fumar con esos dos números de los toros que le tocaron en suerte a tu torero y que te dice " guarda esto y se lo enseñas al matador "con mimo se guarda en esa carpeta cargada de boletines en blancos que deseas rellenar, echo de menos esa hora del almuerzo donde ya las caras te dejan ver la responsabilidad de cada uno y donde van acordando entre ellos quien lidia al primero o segundo y en el caso de los picadores lo mismo ,quedan con el ayuda en la hora que debe despertarlos .
Después de una larga tarde en el recibidor del hotel llega la hora de despertar a todos y empieza ese ritual de vestirse de torero donde a veces el silencio se rompe con el sonido de esa aguja que cae al suelo antes de dar esa última puntada a ese botón que cuelga de las taleguillas, ni una arruga en el vestido todo perfecto ,esa luz que se queda encendida a la espera del regreso es testigo del ultimo pensamiento del matador antes de partir a la plaza.
Ya en la entrada del hotel la cuadrilla impoluta aguarda la llegada del maestro y tras desearse suerte suben a ese coche de cuadrilla donde esta vez el silencio lo rompe ese Diego " El Cigala " cantando "colorao ", algún comentario se escapa sobre cómo va a salir la tarde pero ni un pestañeo responde , al llegar a la plaza y como es costumbre en mi, ahí es cuando deseo suerte a todos y ya me quedo en mi mundo ,debes estar atento a todo e intentar que nada se te vaya de las manos , todo eso echo de menos como también esa puerta grande que tantas veces el matador abrió por méritos propios y por dejarse matar en cada lance .
Después de haber escrito esto, pienso,¿ si yo echo de menos esto, que no echara de menos el matador ? , va por ti torero, va por ti amigo.
Alejandro Morilla matador de toros del Puerto, embajador de tu tierra allá por donde vas.
Jesús Parra
24-7-16