El Puerto (Cádiz) Con algo menos de media plaza y un viento de levante que ha molestado durante toda la tarde,  se han lidiado toros de Zalduendo de buena presentación pero faltos de raza y muy parados en la muleta, destacando de entre ellos el lidiado en sexto lugar “Naciente” nº 159 de 510 kg.




Enrique Ponce (Azul pavo y oro): ovación con saludos en su lote,
Sebastián Castella: oreja y oreja y
Pérez Mota: ovación con saludos en sus dos toros.

Saludaron tras banderillear al segundo Javier Ambel y Vicente Herrera.

Enrique Ponce ha sorteado el lote con menos posibilidades del encierro que la ganadería extremeña mandó a El Puerto. Ambos toros no le han servido para demostrar su toreo de capa y han llegado apagados y sin clase a la muleta del maestro valenciano. No obstante el diestro ha estado muy dispuesto durante sus faenas, porfiando e intentando sacar lo poco que cada ejemplar del hierro de la “Z” tenían en sus adentros. Saludó en su primer toro y se le pidió levemente la oreja del segundo, volviendo a recibir una ovación en el tercio.

Del toreo de capa de Sebastián Castella a su primero cabe destacar un ceñido quite por chicuelinas, rematadas con revolera en el mismo centro de la plaza. Brindó el toro a Pedro Pérez, su mozo de espada. Comenzó su faena por estatuarios aguantando una colada del toro al no abrirse la muleta por el pitón izquierdo. Al ejemplar de Zalduendo, que era obediente a los toques, le instrumentó varias series de derechazos aprovechando la buena condición del toro por ese pitón. Terminó la faena con unas ceñidas manoletinas antes de cobrar una estocada que acabó con la vida del cornúpeta. Cortó una oreja.

 

Su segundo fue muy protestado de salida ya que mostró poco brío en el capote. El diestro galo brindó la faena al respetable y se quedó en el centro del ruedo para realizarle dos pases cambiados por la espalda. El torero recetó varias series cortas por el pitón derecho y algún que otro pase de calidad en dos tandas al natural. Lo mató de pinchazo y estocada y le fue concedida una oreja de poco peso pedida por el público y reglamentariamente concedida por la presidencia.

La empresa hizo justicia al incluir a Pérez Mota en el cartel tras la caída de Miguel Ángel Perera del mismo. El maestro de El Bosque no defraudó y sin duda ha realizado el mejor toreo de la tarde. A su primer toro, un precioso ejemplar engatillado de cuerna, le instrumentó unas suaves verónicas, que no contaron con la colaboración del toro al salir suelto de las mismas. Con la muleta estuvo siempre por encima de la sosería del astado, realizando unas buenas tandas de derechazos. El animal no mostró ninguna entrega en la pañosa lo que hizo que la faena no llegara a tomar el vuelo necesario para un triunfo.

Al sexto de la tarde lo recibió con unas buenas verónicas. Brindó el toro a Sebastián Castella (después comentaremos la ausencia de Ponce en la plaza), sin duda agradeciéndole que dos figuras del toreo no pusieran trabas a la empresa para compartir cartel con él. Empezó la faena con unos derechazos muy suaves, para luego echarse la muleta a la mano “del dinero” e instrumentar las series de naturales más macizas de la tarde. Culminó la faena con unas Benardinas. Luego llegó el desastre con la espada, necesitando de cinco pinchazos y dos descabellos para acabar con el animal, lo que sin duda le privó del corte de dos merecidas orejas.

Hay que señalar dos “incidencias” que han ocurrido esta tarde en la Plaza Real. La primera el abandono de la plaza, previo consentimiento administrativo, de Enrique Ponce durante la faena del quinto toro por tener que viajar a Gijón donde torea mañana, sin despedirse ni de la presidencia ni del respetable, cosa que menosprecia la categoría de nuestra Plaza. La segunda, la concesión de la oreja en el quinto toro a Sebastián Castella, aunque pedida por el público, el aficionado y la presidenta saben que no era merecida, por lo tanto la salida a hombros de Castella por la Puerta Grande la ha conseguido de manera facilona y le ha hecho flaco favor a la historia de nuestro coso.

Luis A. Iñigo