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A hombros Benítez, El Fandi y el empresario Fabio Grisolía clausurando la feria taurina. Foto: Comana
El Fandi, Benítez y El Califa cortaron cinco orejas en cierre San Cristóbal
28 Enero 2013San Cristobal (Ven) 27 Enero. Se jugaron seis toros venezolanos de Rancho Grande, El Prado y La Consolación de la familia Molina Colmenares, y uno, el séptimo, colombiano de Juan Bernardo Caicedo, que dieron buen juego en general y permitieron el lucimiento de los toreros.
Benítez: oreja y oreja.
El Fandi: Ovación y dos orejas.
El Califa de Aragua: Ovación tras dos avisos y oreja.
José L.Rodríguez: Ovación y vuelta al ruedo.
El Fandi, Benítez y el empresario Fabio Grisolía fueron sacados a hombros al terminar la corrida.
El matador de toros español David Fandila El Fandi y el venezolano Leonardo Benítez cortaron hoy dos orejas por coleta y el también venezolano Hassan Rodríguez El Califa de Aragua, una, en la corrida que cerró la Feria de San Sebastián en la andina ciudad venezolana de San Cristóbal.
El caballero rejoneador nacional José Luis Rodríguez también tuvo una destacada actuación con el toro de rejones que cerró la feria.
Benítez saludó con verónicas al que abrió plaza que cambiaron con una vara y tres pares de banderillas del maestro. Con muletazos de hinojos comenzó el trasteo, dos tandas con la diestra al compás de la música.
A continuación montó la espada y el público comenzó a pedir el indulto que negaron desde el palco. Mató de pinchazo, estocada y descabello.
Al cuarto Benítez lo saludó con apretados lances, clavó los tres pares de garapullos antes de realizar larga faena con pases de todas las marcas refrendada con estocada. Oreja.
El Fandi saludó con largas cambiadas de rodillas y emotivos lances, después cuatro pares de banderillas arriba caldearon la plaza.
En el cuarto par, por los adentros, el toro lo enganchó y cuando hizo por él en la arena se salvó rodando por el suelo, dejando las ocho banderillas arriba y volviendo la plaza un manicomio.
Faena por ambos pitones que caló en el público que pidió el indulto que la autoridad no concedió; lo mató entrando derecho.
Al quinto, lo toreó valiente con la capa. Fue cambiado con un picotazo y el de Granada realizó primoroso quite por chicuelinas. Cuarteando para atrás clavó arriba el primer par, el segundo lo colocó de poder a poder y el tercero del violín.
Larga y emotiva faena con pases de todas las marcas al compás del pasodoble. Lo mató por arriba y paseó las dos orejas.
El Califa se gustó en el tercio de capa y fue aplaudido en la suerte de banderillas.
El público se entregó en la larga y valiente faena de muleta. El de Maracay continuó toreando esperando que llegara el perdón para el bovino de la presidencia, pero le sonaron dos avisos antes de matarlo de varios intentos con la espada y descabello.
Con el sexto volvió a entregarse con la capa y a resaltar sus facultades en la suerte de banderillas dejándolas todas arriba con el público a su favor.
Esta vez en una valiente y variada faena con largas tandas de naturales y derechazos se adornó y entró a matar recibiendo una merecida oreja.
Cerró plaza el caballero Rodríguez, ataviado a la Federica, luciendo su cuadra y clavando rejoncillos de castigo y de banderillas. Acertó con el rejón de muerte matándolo sin puntilla y cerró la noche con triunfal vuelta al ruedo.
El Fandi saludó con largas cambiadas de rodillas y emotivos lances, después cuatro pares de banderillas arriba caldearon la plaza.