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Domingo López Chaves
Puerta grande para López Chaves
26 Junio 2011Ledesma. Se han lidiado seis toros de la ganadería salmantina de Montalvo, muy desiguales, entre los que ha destacado, por sus hechuras, el último, de nombre Malhecho.
Juan Mora, ovación y ovación.
Domingo López-Chavez, oreja y oreja.
Antonio Barrera, aplausos y silencio.
El torero ledesmino Domingo López Chaves ha sido el protagonista absoluto del festejo celebrado en Ledesma en la ya reconocida feria del Corpus, donde ha cortado dos orejas que bien pudieron ser tres si el Presidente hubiese atendido la petición en su primer toro motivo por el que fue pitado por el público, entregado en todo momento al matador local.
En su primer estuvo a gusto en una labor que se inició con un variado toreo de capote. Un toro noble que brindó a Prieto, en un acto muy emotivo para los ledesminos. A partir de ese momento, el matador ejecutó tandas de calidad por ambos pitones, en una serie de tandas largas y templadas, muy lejos del toreo que despliega Domingo, ya que se le vió tranquilo y muy a gusto delante del astado. Aguantó el toro las tandas largas por la derecha que fueron jaleadas por el público y el propio matador. Pero el presidente no tuvo a bien conceder el segundo trofeo que fue solicitado por el entregado público y Chaves paseó una oreja.
El quinto fue un toro noble y con calidad que duró poco, haciendo engañosa la faena en sus inicios, a pesar de que recibió excesivo castigo en varas. Ya desde los inicios Chaves fue a por la Puerta Grande y recibió al animal con dos largas cambiadas. Aprovechó el ledesmino las únicas dos tandas que ofreció el animal al inicio de la faena de muleta. Ante las escasas fuerzas del animal, que se iba apagando, Chaves ofreció pausas para aliviarle y terminó adornándose por circulares que también fueron agradecidos por los tendidos. Tras pinchazo y estocada, cortó otra oreja que le hizo salir a hombros y convertirse en ‘dueño y señor’ de la tarde.
Por su parte, Juan Mora anduvo con más voluntad de suerte en un primer toro que pronto se refugió en tablas. El torero entendió que no podía bajarle la mano y dejó la muleta a media altura ante la brusquedad del animal. Lo intentó por ambos pitones y saludó una ovación.
En cuanto al segundo de su lote, cuarto de la corrida, Mora destacó en inicio de faena flexionando la rodilla, aunque luego la faena se vio lastrada por la escasas opciones ofrecidas por el toro, muy a menos, lo que no impidió que el extremeño ofreciera algunos muletazos de verdadera calidad, donde primó el buen gusto, el clasicismo y el temple en esos muletazos sueltos que pudieron ser los mejores de la tarde, eso sí, sin continuidad por las condiciones del de Montalvo. Quizás alargó demasiado la faena sin tener mayor importancia en el tendido, aún y así fue ovacionado.
Antonio Barrera se enfrentó a un primer toro más deslucido, justo de fuerzas y que le midió en todo momento como bien quedó patente en el toreo de capa. Incluso se repuso de una volereta sin consecuencias. Firme y dispuesto, poco pudo hacer el sevillano que fue ovacionado.
En el sexto, Antonio Barrera, que se lo brindón a López Chaves, tuvo que sacar los muletazos ante las condiciones también del animal, sobre todo por el pitón derecho. Cerró con circulares y ajustadas manoletinas intentando agradar al generoso público, pero mató mal y recibió otra ovación.
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