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Plaza de toros de Cali - Archivo
Una oreja para Cartagena, El Juli y el colombiano Naranjo en Cali
30 Diciembre 2010Cali (Colombia). 29 Dcbre., Con lleno en los tendidos se ha celebrado el festival tradicional. Se lidiaron novillos de Ernesto Gutiérrez de variado juego.
El rejoneador Andy Cartagena, oreja.
El Juli, oreja.
Paco Perlaza, palmas y pasó a la enfermería.
El Cid, ovación.
Cayetano, palmas.
Santiago Naranjo, oreja.
Seis novillos-toros de Ernesto Gutiérrez, de procedencia Murube- Santa Coloma, desiguales en juego. Destacó el último de la noche.
Andy Cartagena: Dos rejones (oreja)
Julián López "El Juli": Pinchazo y estocada. (oreja).
Paco Perlaza: pinchazo, entera desprendida y tres descabellos (división de opiniones)
El Cid: 3/4 de estoque (palmas)
Cayetano Rivera: Pinchazo y estocada (silencio).
Santiago Naranjo: Dos pinchazos y entera (oreja).
Lleno en los tendidos.
El festival realizado hoy en Cali resultó entretenido, con momentos emotivos producidos por los percances sufridos por los colombianos Paco Perlaza y Santiago Naranjo, magullados y con contusiones diversas.
Algunos toros ofrecieron problemas que fueron agravados por la mala lidia que se impuso muchas veces en el ruedo.
Buena fue la actuación del rejoneador Andy Cartagena que rayó a gran altura. Fácil pero sin perder vibración, ofreciendo siempre el pecho de sus caballos, ejecutó la suertes con pureza y buena colocación.
En su contra el exceso de capotazos inútiles, casi absurdos en el rejoneo de hoy. Aburrido el animal se fue a tablas perjudicándolo al matar y dejando se enfriara su gran labor.
El Juli estuvo sobrado ante un ejemplar cuyas dificultades tapó y al que terminó cuajando muletazos, sacados de un pozo de sabiduría cuyo fondo no se alcanza aún a avizorar.
El caleño Paco Perlaza toreó muy bien a la verónica. Sobrado quiso ejecutar un quite que le costó una paliza que lo obligó a concurrir a la enfermería en brazos de su banderilleros al terminar su labor.
La faena fue emotiva y solvente, pese a los arreones del toro que Perlaza supo mantener bajo control.
El Cid se lució con el capote, toreando a la verónica. El animal llegó a la muleta sin recorrido, complicando las cosas. Pese a ello insistió El Cid arrancando muletazos de un río seco.
Cayetano Rivera no logró encauzar faena ante su toro. Dejó que el ejemplar impusiera los tiempos de la faena, pese a lo que dejó algún muletazo con sabor.
Santiago Naranjo estuvo soberbio con el capote ante un animal enrazado. Templado, variado, supo mezclar el toreo fundamental con el de adorno. Demoró algo en coger la espada y tras pinchar fue prendido de mala manera terminando con el traje roto, golpes a puñados pero el ánimo entero.EFE