Sevilla. Penúltima de feria en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, séptimo cartel de no hay billetes.

Toros de Victoriano del Río, al límite de presentación para Sevilla con dos toros, primero.y segundo que es totalmente inadmisible que se aprobasen en el reconocimiento, siendo el segundo a la postre el mejor toro de la corrida, los demás mansearon en todos los tercios y con una alarmante falta de casta impropia de los astados de Victoriano.

Juan Ortega que fue obligado a saludar antes de comenzar la corrida, de verde y oro.

Roca Rey de sangre de toro y oro con los remates en blanco.

Pablo Aguado de negro y plata.

Juan Ortega no ha tenido suerte con el ganado, dos toros sin vida de los que solo podemos destacar un precioso y muy sevillano quite por delantales con una media que la hubiese firmado el mismo Belmonte.

Roca Rey volvió a ser el rey, no me duelen prendas en reconocer que es el torero más taquillero y que llena todas las plazas. No voy a negar que es un torero que tiene los cojones más grandes que el caballo del Espartero, pero después de terminar la corrida no me acuerdo de ningún pasaje de la faena, me acuerdo del quite de Juan y de la muleta de Pablo. Que sí, que es el número 1 y que si el día de los Victorinos la gente fue muy dura con él, ayer fue todo lo contrario.
¡ Que Puerta del Príncipe más barata !

Pablo que ayer lucía un espectacular traje negro y plata con el chaleco en oro que era una preciosidad, para mí el traje de la feria.
Siempre esperamos algo de Pablo, esa manera de coger los trastos tan sevillana que a todos nos gusta. ¿A quien no le gusta el 5J y las gambas blancas de Sanlúcar?
Tuvimos que esperar hasta el sexto de la tarde para poder ver la mejor versión de Pablo, con un toro que decía poco y por el que nadie daba un duro por el, pero Pablo se puso a torear como solo torean los que están tocados por la varita. Una faena corta de no más de veinte muletazos, para que más, si cuando se torea tan despacio, con las yemas de las manos, con naturalidad, sin forzar no hacen falta más muletazos, que lo mucho y malo cansa y para poner el broche final deja una estocada hasta los gavilanes que le hizo pasear una oreja por el ruedo maestrante de más valor y peso que muchas faenas de dos que se han concedido este año.

Posdata.

A mí que me dejen a Morante, Aguado, Ortega, Luque, Urdiales, Curro Díaz, Crespo y Borja, que yo no necesito más.

J.M Quiros