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Francisco de Manuel deja su impronta en la primera de Arnedo (La Rioja)
27 Septiembre 2019Arnedo. Se han lidiado novillos de José Escolar, bien presentados y desiguales de comportamiento, todos se emplearon en varas.
Juan Carlos Carballo: silencio tras aviso, silencio, y también silencio en el que mató por Aquilino.
Aquilino Girón: silencio en el único que estoqueó
Francisco de Manuel: oreja y silencio.
Saludó Juan Carlos Rey tras parear al tercero.
El madrileño Francisco de Manuel ha dejado su impronta en la primera de la feria de las novilladas del Zapato de Oro de Arnedo, en la que Aquilino Girón ha sufrido una cornada en el muslo derecho, de pronóstico "menos grave", y ha sido trasladado al Hospital de Calahorra.
Lo más destacable de la primera de Arnedo fue el tercer novillo y las manos de Francisco de Manuel. Al genio y movilidad del inicio, supo el madrileño imponerse, asunto que no fue fácil.
Codicia y velocidad, muy bien atemperada, con mucha firmeza, en faena de gran emoción, muy poco apreciada por el público arnedano. Pudo siempre con el codicioso novillo hasta extraerle series templadas. Poderoso ante un novillo tremendamente exigente.
En su segundo, poco pudo hacer y todo fue entre probaturas en un trasteo con suficiencia, ante un desclasado novillo.
Aquilino Girón pronto fue avisado por el de Escolar. La faena fue de mérito y no excesiva plasticidad. Cada lance estuvo pleno de emoción hasta que fue punteado y, al entrar a matar, sufrió el puntazo, por el que tuvo que ir a la Enfermería y, desde allí al Hospital de Calahorra.
Según el parte médico, firmado por el médico de la Enfermería de la Plaza de Toros de Arnedo, el pronóstico del novillero es "menos grave".
Abrió cartel Juan Carlos Carballo, con un novillo pegajoso y que reponía. El novillo siempre persiguió las telas y Carballo no terminó en ningún momento de acoplarse.
En su segundo, estuvo firme, dejando detalles sueltos por el izquierdo. Fue faena tensa, que no llegó al tendido y, en el sexto, que mató por Aquilino, lo intentó ante un novillo sin humillar, engallado, dejando detalles por el izquierdo y dejándose tocar en exceso las telas. EFE