Mérida (Venezuela). Sábado 13 de febrero. laza de Toros Monumental “Román Eduardo Sandia Briceño”. Tercera de abono. Seis toros del hierro colombiano “San Sebastián de Las Palmas”, bien presentados, con trapío, nobleza y bravura, salvo el 1º y el 2º. El 5to de la tarde, “Apresado II”, fue indultado.

Antonio Barrera: pitos y palmas.
Julián López “El Juli”: palmas y dos orejas simbólicas.
César Vanegas: oreja y dos orejas
 

CRÓNICA DEL FESTEJO

Con un total de cinco orejas, de las cuales dos fueron simbólicas por la concesión de un indulto, cerró la tercera corrida del ciclo taurino que sustenta la XLI Feria Internacional del Sol en la ciudad de Mérida; tarde soleada del sábado 13 de febrero en la que el público colmó la Monumental “Román Eduardo Sandia” hasta casi llenarla y en la que se dieron muestras de auténtico toreo.

Bien presentados estuvieron los seis toros colombiano de “San Sebastián de Las Palmas”, cuyos ejemplares salieron al ruedo con variedad de pelajes, nobleza y bravura, salvo el primero que resultó con mucho trapío pero manso y carente de fuerza. El segundo del festejo tampoco ofreció condiciones mínimas para el lucimiento.
Antonio Barrera abrió la tercera del abono tras alterarse el orden de lidia debido a otros compromisos profesionales que ameritaban que partiese de la ciudad al final de la tarde. El primero de su lote fue “Lanchero”, Nº 645 y con 432 Kg., toro colorado de preciosa estampa pero con mermadas fuerzas, sin fijeza ni recorrido al que pasaportó tras varios intentos fallidos con la tizona y los consiguientes pitos del soberano. “Estampillo”, Nº 604 y de 425 Kg., salió en cuarto lugar. Con la muleta inició citando de lejos para darle salida por la espalda, cual péndulo, a centímetros de distancia. Algunos molinetes de rodillas condimentaron su actuación, pero el mal uso de la espada sólo le permitió recibir palmas durante su despedida.

Julián López “El Juli” no tuvo suerte con el segundo de la corrida de nombre “Esterlino”, Nº 619 y con 435 Kg.; toro burraco al que propinó sólo algunos derechazos ante la poca colaboración del manso y aplomado astado. Palmas en su primero. Durante su segunda actuación el panorama giró completamente en beneficio del coleta madrileño, gracias a la notable potabilidad y nobleza de “Apresado II”, toro negro, veleto, tocado del pitón izquierdo; herrado con el Nº 610 y con 425 Kg. sobre sus lomos, que fue banderilleado de patética forma por una cuadrilla que nuevamente estuvo fuera de sitio. A pesar de ello, el poder de “El Juli” dominó a “Apresado II” en una larga faena caracterizada por el embarque oportuno en su muleta que le permitió instrumenta destacadas series de derechazos en redondo que pusieron de pie a todos los asistentes. El toro fue hecho por él, se fue de menos a más pero no dejó de ser algo reservón y tardo al embestir. Ante la solicitud de la concurrencia, la presidencia creyó conveniente el indulto del ejemplar y así lo hizo tras asomar el pañuelo naranja, con la particularidad de que dicho procedimiento no fue realizado por quien supuestamente presidía el festejo. ¿Consenso o unilateralidad?. Dos orejas simbólicas.

Cesar Vanegas, por su parte, demostró poseer mayor oficio y decisión de los toreros criollos actuales. Lidió en tercer lugar a “Julio”, bello astado jabonero, Nº 633 y con 430 Kg., del que recibió un varetazo en su rodilla izquierda. No obstante, la vicisitud no hizo mella en el torero tachirense y salió a darlo todo durante el segundo tercio. Desde entonces el público estuvo con él ante tanta voluntad y valentía. El último tercio estuvo cargado de pases por ambos pitones al compás del pasodoble, con interferencia del viento. La energía de “Julio” menguó pronto y luego de dejar una estocada entera y en buen sitio, recibió una oreja. Con “Malerino”, Nº 642 y con 443 Kg., volvió a lucirse en banderillas. El buen uso de la muleta y del estoque le mereció dos orejas concedidas por la autoridad


Oscar Eduardo Fernández Guillén.

Corealsa