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Dura y complicada novillada de Baltasar Ibán en Villaseca de la Sagra
07 Septiembre 2019Villaseca de la Sagra (Toledo). XX Certamen del “Alfarero de Oro”. Tercera novillada. Casi lleno. Cornúpetas con el hierro de Baltasar Ibán, complicados y difíciles.
Juan Carlos Carballo (Blanco y oro con remates negros): Silencio tras aviso y Ovación.
Antonio Grande (Blanco y oro): Silencio y Silencio.
El Rafi (Azul turquesa y oro): Silencio y Silencio.
Dura y correosa ha resultado la novillada de Baltasar Ibán lidiada esta tarde en el tercer festejo del Alfarero de Oro 2019, poniendo a prueba a los toreros que han solventado la papeleta con dignidad.
Áspero y con una evidente falta de entrega ha sido el astado que ha abierto la función, llevando la cara siempre alta. Buena labor lidiadora de Fernando Téllez. Frente a él, Juan Carlos Carballo ha estado firme y decidido, con mucho oficio para ganarle la acción a su antagonista, que no se lo ha puesto nada fácil. Estocada con cierta travesía y dos descabellos. Silencio tras aviso.
Con el cuarto pudo lucirse el novillero extremeño en un vibrante saludo capotero. Fijeza y prontitud, sobre todo en el segundo y tercer puyazo recetado por Benedicto Cedillo, ha demostrado en varas. Tercio muy aplaudido por el respetable. Importante la lidia llevada a cabo por Juan Navazo. Todo el espectáculo que había dado el novillo en el primer tercio, se viene abajo en la faena de muleta. Muy parado y con falta de casta el astado, que sólo deja a Juan Carlos Carballo estar, nuevamente, firme y con valor, tragándole en cada arrancada. Pinchazo, estocada defectuosa y dos descabellos. Ovación.
Mala pelea en varas ha hecho también el segundo de la suelta, derribando al piquero, Antón Hernández. Muy eficaz Roberto Martín “Jarocho” con el percal. Sin una pizca de clase y con brusquedad se presenta ante la muleta de Antonio Grande. Lo intenta el espada salmantino pero el lucimiento con este animal, que además apuntó querencia hacia chiqueros en el transcurso del trasteo, era poco menos que imposible. Estocada desprendida. Silencio.
El quinto ha sido aún peor. Aunque se deja pegar en el caballo, en el último tercio saca unas tremendas dificultades. Con la cara por la nubes, volviéndose en mitad del muletazo para coger al novillero. Imposible. Antonio Grande lo finiquita con decoro. Silencio.
El tercero tampoco ha sido un dechado de virtudes, si bien ha dejado a El Rafi correrle la mano con buen aire, sobre todo al natural, por donde los muletazos han tenido mayor limpieza. Inteligente el novillero francés que le busca entre muletazo y muletazo para extrarle, de este forma, lo poquito que llevaba dentro. Pinchazo hondo y descabello. Silencio.
Parado y muy soso ha sido el sexto, que apenas ha permitido a El Rafi estar voluntarioso y digno frente a él. Gran estocada, haciéndolo todo el torero ante la falta de empuje del novillo. Silencio.
Carmen de la Mata