FICHA DEL FESTEJO

San Cristóbal (Venezuela) Domingo 31 Enero. Se lidiaron siete toros, seis de San José de Bolívar, bien presentados y bravos, salvo el primero que resultó complicado; y un séptimo de Los Aránguez, para rejones, que dio buen juego.
Cesar Vanegas, aplausos en el único que mató.
Luis Bolívar, ovación, oreja y petición de otra, y ovación en el que mató por Vanegas.
Pedro Gutierrez El Capea, palmas en su primero y aviso en el otro.
Juan R. Restrepo, dos orejas.

Al terminar la corrida, la Asociación de Cronistas Taurinos de Venezuela concedió el trofeo a la mejor faena de la feria, por segundo año consecutivo, al español José Mari Manzanares.
El galardón a la mejor ganadería fue para la divisa de Los Ramírez.
La plaza registró casi un tercio de entrada.

CRÓNICA DEL FESTEJO

El rejoneador colombiano Juan Rafael Restrepo cortó dos orejas y salió a hombros por la puerta grande de la Monumental en la última corrida de la Feria de San Sebastián, celebrada hoy en la ciudad de San Cristóbal, en el occidente

Su compatriota, el matador de toros Luis Bolívar cortó una oreja mientras que el diestro español Pedro Gutiérrez Lorenzo, "El Capea", se fue de vacío.

El venezolano César Vanegas sufrió una cogida por su primer toro y recibió una cornada en un brazo, de pronóstico reservado.

Se lidiaron siete toros, seis de San José de Bolívar, bien presentados y bravos, salvo el primero que resultó complicado; y un séptimo de Los Aránguez, para rejones, que dio buen juego.

Restrepo cerró con broche de oro la feria al realizar una majestuosa faena y mostrar la alta doma de sus caballos. Adornó con rejoncillos de castigo, farpas y banderillas que enloquecieron a los tendidos. Mató de certero rejón desde la silla, que hizo rodar al toro sin puntilla.

A Vanegas le tocó un toro difícil con el que intentó lucirse pero recibió una aparatosa cogida que lo dejó conmocionado. Volvió con pundonor al ruedo para finiquitarlo y pasar a la enfermería, desde donde fue remitido a la Policlínica Táchira.

Bolívar, su primero se empleó en el caballo y llegó aplomado al último tercio. Intentó el lucimiento pero no daba nada de juego y optó por liquidarlo.

No salió Vanegas, corrieron turno y el colombiano brilló con el capote. Se gustó en largas tandas con la derecha, al son de la música y se adornó con molinetes antes de entra y clavar la espada hasta la cruz de forma fulminante.

Al sexto le trató a base de verónicas y lo llevó al caballo con maestría. Inspirada faena con sentidas series, que malogró con los aceros.

El Capea recibió a su primero, que cumplió en varas. Valiente trasteo que estropeó con la espada.

Con su segundo realizó una lucida faena de muleta a un bravo toro que embistió con raza, pero volvió a fallar con la espada y escuchó un aviso.

EFE